miércoles, 8 de enero de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE... MARGA, MATRIMONIO MUERTO



   La noche arañaba minutos a la madrugada cuando empujé la pesada puerta del Pub Jaque, Marga, sufría una de sus migrañas matrimoniales y necesitaba de mi incondicional auxilio.
   Era un jueves cualquiera, Toni el camarero, era el único acompañante de Marga, aunque parecían enfadados cada uno en un extremo de la barra.
Acordes de "No puedo vivir sin ti" de Coque Malla y Anni B.Sweet rompían suaves el silencio sepulcral, y allí estaba ella, entre los hilos de humo que subían desde su Piper mentolado mezclándose con su hermosa melena rubia....
Puso los morros a modo de saludo, como si fuese a hacerse un selfie y dio un largo trago a su whiskey on the rocks antes de decirme:
Solo...
   Mi matrimonio ya nació muerto, tanto es así, que en vez de sonar la marcha nupcial de Wagner al acabar mi boda, el monaguillo se equivocó y pinchó la marcha fúnebre de Chopin y en vez de repicar las campanas a la salida, tañían "A clamor"...
Y es que Solo...
   No se puede hacer fuego frotando dos gotas de lluvia.
   Me anima haber tocado fondo con él porque puede ser el brillante inicio de la esperanza con cualquiera otro.
   Marga se había separado ya más de trescientas veces, o al menos así lo había deseado, y siempre la última parecía más creible que la anterior.
   Quería más libertad, el yugo del matrimonio le aferraba la garganta y le impedía... hasta exhalar el humo de su Piper, no había nacido para ser esposa, no era su papel en esta película de la vida.
   Ella a cambio, cada noche se coloca una de sus manos sobre su propio hombro y se lo perdona todo mientras manda al mundo a hacer gárgaras con su orina.

11/01/2019

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