miércoles, 15 de enero de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE... 50 CUMPLEAÑOS

   Hoy tocaba soplar velas en el Jaque, cumplía sus primeros cincuenta años de historia desde que en el año 1970 comenzó su andadura en el barrio alto del Mauror a medio camino entre la colina roja y Granada
   Para estas ocasiones en que se perfila alguna copa gratis, se dan cita la mayoría de los clientes, por tanto el pub estaba atestado cuando dieron las 00.00h del viernes 24 de enero de 2020, sonaba Happy Birthday to you de Bruce Springsteen
   Había gente que llevaba años sin ver, tal era el caso de Mirta, me sorprendió agradablemente su asistencia, Mirta aunque había sobrepasado los cincuenta, lo que yo llamo la “Edad Media”, era una mujer muy bella y con una magnífica “puesta a punto”, que diría Fons mi mecánico personal, yo le llevaba dieciocho años...
   Un día se fue a hacer las américas con un boludo argentino que conoció en el Pub Jaque, tenía un cortijo en La Pampa en el que jamás se ponía el sol, allí vivió a cuerpo de reina hasta que el putañero “bacán” de veinte años más que ella, contrajo una sífilis que le producía chancros en el pene en los que podía introducir el dedo gordo de su mano, al poco sufrió una angina de pecho y exhaló su último suspiro.
   Repudiada por los hijastros, pero con las espaldas cubiertas, hizo las maletas y cruzó el charco de regreso a su tierra natal.
   Recuerdo que una madrugada hace años, se acercó a mi rincón en el Jaque y me dijo:
-Solo...
-Quiero que escribas mi vida por entregas … seguidamente me besó, me gustaban sus besos porque sabían a ginebra, la gallina le estaba abriendo las puertas de la jaula al zorro...
...Marga no apareció en toda la noche, y es posible que no vuelva a aparecer, si es así, siempre le dedicaré la copa de la una de la madrugada, una cosa así como el homenaje en el minuto 16 que la afición palangana rinde a la memoria de Antonio Puerta en cada partido, ella se lo merece, irán en honor a los placeres rendidos a este cuerpo que ahora escribe y que siempre la echará de menos.
   Recuerdo la última vez que nos vimos, lo nuestro ya amenazaba ruina, pensé que al menos el último día sería inolvidable, pero ella tenía un despertador entre las piernas.
   Aquella tarde aprovechó para demoler lo nuestro con una indiferencia inolvidable, fue un polvo frío, ante notario, para certificar el fin de nuestra historia, ni siquiera encendió el habitual Piper de después de ...
   Sonaba “R.E.M” de Everybody hurts rasgando el aire que respiraba.
  Mirta andaba de caza, sacó a bailar a un individuo con el cráneo hundido entre los hombros que a duras penas levantaba metro y medio del suelo apresándolo sobre su sudada pechera, pero solo era un señuelo, su verdadera presa estaba en la barra, la miraba dando pequeños sorbos a su Highland park, había puesto el ojo en Toto Costello...
   Toto era un napolitano que pensaba que la camorra se extendía desde el infierno de Scampia barrio periférico de Nápoles donde nació hasta el Jaque, había tenido problemas con la ley por drogas en varias ocasiones y estaba pendiente de juicio por un asunto de malos tratos, la joya de la corona del Jaque vamos.
   Toni, el camarero, se escurría entre su pellejo cada vez que este elemento se dejaba caer por el pub porque aún sin hacer nada, ya sembraba el pánico, agradeció el momento en que Mirta lo sacó de su brazo, aquello le costaría un mes sin volver al Jaque hasta que no quedaron restos en su cara del trato que le infligió el mafioso aquella madrugada.
   El reloj había superado ampliamente las cuatro de la mañana, Toni, el camarero, se acercó pasándose el reverso de una mano por la frente para enjugar las perlas de sudor que caían por ella, en la otra mano la botella de Four Roses, sacó un vaso de debajo de la barra y se sirvió un generoso chorreón e hizo lo propio conmigo, brindamos por la marcha de Toto Costello.
   Fue la última copa de los cincuenta años del Pub Jaque, sonaba la banda sonora de Los Intocables de Ennio Morricone...






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