sábado, 28 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...BLANCANIEVES Y BARRABÁS



  Mis crónicas son parte de mi, exteriorizan mis sentimientos, mis sensaciones, mis reflejos y mis pensamientos, son una terapia que compensa la vida diaria, ayudo a mis personajes y ellos me ayudan a mi, quizás sean fruto de mi necesidad...
   Escribir me ahorra ir al psicólogo, aunque leer a la mañana siguiente lo que he escrito la noche anterior me devuelve a él, es un bucle vicioso.
  Hoy me he retrasado un poco, es la madrugada del domingo, el completo  está asegurado en el Templo del Mauror, tanto más en tiempos de confinamiento que las plazas de aforo como ya sabéis son muy limitadas, Toni se afana en retirar rápido el paño blanco y negro arlequinado con el Rey Blanco central marca de la casa y los vasos que escurren sobre él, es una forma de guardar a salvo mi sitio sagrado en la barra capitoné del Jaque.
   Apenas he saboreado el primer trago de la noche cuando se me acerca Blancanieves, una histórica del Jaque de la que aún no se había terciado hablar, se hace un hueco a empellones y se sienta junto a mi.
   Blanca sale más de noche que el camión de la basura, es una mujer de armas tomar, un personaje que responde ante cualquier situación arriesgada de manera decidida y dispuesta, regenta el estanco del Realejo que heredó de su padre mutilado de guerra en el bando Nacional claro está, mi aprecio por ella viene por algún que otro escarceo amoroso tiempo atrás y de cuando se decomisaba el tabaco Winston americano de contrabando y se vendía a bajo precio en los estancos, era escaso y sucedía en contadas ocasiones y ella nos lo guardaba en exclusiva a Toni y a mi, lo de nieves le viene por su afición a practicar en sus ratos libres el “snorting” con la cocaina, “ya está Blanca hasta el culo de nieve” decían cuando montaba una bronca, pues eso... de Blanca y de sus nieves, Blacanieves.
   Blanca es una mujer de una belleza inusual, de rasgos duros y afilados pero bien encajados en el conjunto de su perfil y acorde con su personalidad y carácter, esa madrugada vestía una chaqueta entallada azul marino y un pantalón Flare Denim Stretch a juego, de la “Puri” (Purificación García que os tengo que aclarar todo) que le otorgaba un tipazo increíble, el pelo muy estirado recogido en un moño bajo que dejaba el rostro libre de dudas al personal, ven si te atreves...
   -Toni ponte un Rob Roy drink bien equilibrado
   Rob Roy es un cóctel similar al Manhattan principalmente compuesto de whisky escocés y vermút y equilibrado significa para Blanca largo de lo primero y corto de lo segundo.
   Un amigo mío decía, que en una mujer las ganas de ligar van en proporción de los botones que lleve desabrochados de la camisa, y aquella noche Blancanieves dejaba ver tres dedos más abajo del sujetador “Balconette” de seda y encaje rojo.
   Pegó un largo trago y dio un giro al taburete cruzando las piernas y colocándose frente a mi me dijo:
   -Solo...
   -Ahora soy poliamorosa que te parece?
   -¿Eso que es? le dije, ¿Una policía que da muchos besitos?
   -Eso es que los tíos ya no valen una peseta, aquellos polvos de antes no volverán eh Solo? Pero se acabaron los coitos interruptus, si el manso de mi marido no acaba bien la faena me voy en busca de otro que la termine y en paz.
   - Con el poliamor tendrás unas experiencias que nunca has imaginado, si, y unos hongos como champiñones. Le dije riendo.
   - Pues tú no vives en el celibato precisamente, atacó
   -Yo tengo un seguro a terceras Blanca
   Se acercó Toni me llenó el segundo Four Roses y nos ofreció un Winston del águila que acepté al momento, un placer de dioses, cuando le acercó el paquete a Blancanieves ella lo rehusó diciendo:
   -No gracias, eso son vicios menores, además, ya bastante tengo con la pipa que me echa más humo que una falla, dijo partiéndose de la risa.
   Toni marcándose una de las suyas le dio revoluciones a la noche pinchando “Poliamor fiesta crack” de Leftover Crackver, “Si te atreves a pensar que puedes amar a más de un amante...”
   Barrabás volvía al ajedrez del Jaque al cabo de unos años, casi los cinco y un día que le clavó el juez Morgan por tráfico de sustancias y alguna estafilla que otra , tardó una hora en entrar al ajedrez del Jaque, daban las dos cuando Toni le abría el portón trasero y las tres cuando llegó a la barra, era el cambio de hora de invierno a verano, que más dará cambiar la hora si todo el mundo está confinado en sus casas, me pregunto...
   Barrabás era en realidad un chorizo del tres al cuarto llamado Eugenio, su vida la compartía entre el bar Romeral de la calle Santiago y la Comisaría de la Plaza de los Campos por su amplio historial delictivo, su sobrenombre le vino hace poco cuando estando en el penal de Alahurín de la Torre cumpliendo condena, Jesús el Rico se fijó en el para indultarlo, y recordando el pasaje del Nuevo Testamento, al llegar al Realejo, el padre Carmona lo bautizó y le clavó el apodo.
   Antes de servirle la copa Toni, en un alarde de los suyos, hizo girar bajo la aguja del picú el Lp “¡Soltad a Barrabás!” de la banda que creó Fernando Arbex tras la disolución de Los Brincos.
   -Solo...
   -Mi santa es Paloma Gomez Borrero, me dijo Blancanieves, todas las noches le rezo una plegaria, pero en cuestión de tíos prefiero uno que salga de la cárcel a otro que salga de la iglesia, un hombre bueno nunca deja huella
   Aquella madrugada Blancanieves hizo pagar al Barrabás del siglo XXI la crucifixión que no cumplió por indulto su homólogo en tiempos de Cristo, Jesús el Rico hizo justicia.

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