Hay
días que llego a casa y tardo un rato en conocer quien veo reflejado
en el espejo, los párpados me caen sobre los ojos como a un Shar Pei
y las ojeras cada vez se alejan más de ellos y aun me queda el
último obstáculo conciliar el sueño, el insomnio es desde hace
tiempo mi mejor manera de dormir, a ello hay que sumar que en tiempos
de confinamiento las viviendas llenas de gente son cajas de
percusión, cuando muera seré un cadáver sin duelo, solo quiero que
me concedan dos deseos, uno, que se guarde una hora de silencio por
parte de mis vecinos “in memoriam” y dos, que Toni me deje las
llaves del Jaque debajo del felpudo a la entrada del cementerio.
No
sé a que hora caí vencido, sólo que me ha despertado el batir de
palmas de la gente que cada día a las 20.00h homenajean a los
sanitarios por su abnegada, valiente y agradecida labor, vayan mis
crónicas de estos días por ellos.
Cuando
salgo a la calle el cielo está enrojecido como herido de muerte, la
oscuridad no tardará en llegar, las nubes se ciernen sobre la ciudad
como un telón de acero, los semáforos bostezan aburridos sin un
vehículo que llevarse a la boca, en la calle solo respira el
asfalto, al fondo una silueta se mueve con más prisa de la habitual
propiciada por el miedo y la incertidumbre y lo peor del virus aún
no ha llegado...
Entro
al Jaque y un aroma a sándalo envuelve el ambiente, se respira
armonía espiritual, todo está espercojao, ni rastro de la agitada
madrugada anterior, los hilos sonoros de “Weightless”
manejan el ambiente a primeras horas de la noche, una obra del trío
británico Marconi Union que tras un estudio, fue considerada
como la canción mas relajante que jamás haya sido compuesta, se
desaconseja escucharla mientras se realiza un trabajo que requiera
atención o cuando se conduzca, marchando una de Lexatin,
Mientras,
Toni carga el porta de la vieja Cimbali y me prepara a goteo un Black
Insomnia, el insomnio negro, quizás el café más fuerte del mundo,
¡¡ahora no es el momento de dormir!!
Empiezo
a poner orden en las servilletas donde escribí la crónica de la
madrugada anterior cuando el tintineo de unos tacones me revela que
alguien se acerca, levanto la mirada y es ella no lo puedo creer...
-Hola
Solo, sorprendido? Sonó la dulce voz de Chavela
-No
me mires como si fuera un fantasma, aún me late el negocio, dijo
al tiempo que me besaba la mascarilla y me cogía las manos poniendo
una entre sus pechos y la otra entre sus piernas.
-Dime
Solo... ¿En que mano percibes mejor mis latidos?, me preguntó con
una mirada entre pícara y burlona.
Chavela
en realidad era Carmelilla la hija de José Vargas un gitano que
tenía una carbonería en la entrada de la Cuesta del Realejo, perdió
la mujer en el parto de su única hija a la que dedicó su vida,
pero su vida era un continuo ir y venir de la carbonería al Sota, el
bar abierto más antiguo de Granada, y del Sota a la carbonería,
como consecuencia de ello, Carmelita se aficionó a la bebida a corta
edad de manera que cuando llegó a la adolescencia ya se había
bebido tres cosechas, por lo que le colocaron el apodo de Chavela y
el apellido paterno puso el resto, Chavela Vargas...
Chavela
era un torbellino, una gitana de pura cepa con una melena y unos
ojos negros como dos azabaches y vivos como los de una cobra, el
maquillaje realzaba su belleza y de paso, escondía el mapa de la rioja que se
extendía de norte a sur y de este a oeste por sus mejillas.
Toni
pinchó para ella “Torbellino de colores” de la Lola de España,
a lo que ella respondió con un “revoleteo” de su falda que dejó
ver unas piernas magníficamente torneadas que acababan en una
braguita brasileña roja que levantó mas de un músculo en la sala
ajedrezada del Jaque.
Pidió
un Vodka Spirytus, una bebida prohibida en medio mundo y no
recomendada por la OMS que advertía del peligro de fumar cerca de
ella, menos aún si fumas Goya, decía un anexo, justo lo que ella
encendió al tiempo que se volvía hacia mi y me dijo:
-Solo...No
creas que tengo la ranura para pasar la tarjeta entre las piernas,
por ahí solo entran los escogidos, la bebida me ha hecho más
parecida a mi padre pero tengo la honradez de mi madre, aunque... la
he tenido que adaptar a los nuevos tiempos, dijo soltando una
carcajada.
-Llevo
tiempo haciendo inventario de mis oportunidades perdidas y tú estás
entre ellas, dime una cosa Solo:
-Yo
soy gitana y cuando quiero a alguien doy la vida por él, tu serias
capaz?
-La
vida Carmelilla, le dije, no la puedo dar de golpe porque es
lo único que tengo, si quieres te la puedo dar poco a poco, como se
le paga a los semaneros.
-Jajajaa
que hijoputa eres Solo, por eso siempre te he querido, ¿Sabes?
Cuando ande más holgada quiero que escribas mis memorias mientras me
entregas tus plazos vitales, te pagaré lo que me pidas.
-No
escribo por dinero Carmelilla, no vendo ni una letra, cumpliré tu
deseo de manera altruista, será un placer para mi. le dije...
-Tu
no conoces el placer Solo, acepto tu generosidad a cambio te
invitaré a entrar descalzo en mi mundo...
-Carmela
te conozco desde pequeña y somos buenos amigos no creo que sea lo
más adecuado...
-En
el Jaque no hay ningún placer que sea pecado Solo, además no hay
mejor manera de fomentar la amistad que excitándose mutuamente.
Toni
no perdió la ocasión de opinar sobre el tema y lo hizo como el
sabe, haciendo girar el picú pinchando “Earned it” tema
que el canadiense The Weeknd compuso para la BSO de 50 sombras de
Grey, al oírla Chavela Vargas tuvo un orgasmo de piel, el primero de
la noche...
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