lunes, 30 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...LA CHISTERA



   El silencio en las calles mientra subo a la colina del Mauror invita a la reflexión, el tiempo justo para dar un breve repaso a mi vida, tampoco necesito una gran trayecto para ello.
   Se puede decir que he cumplido todos los objetivos que un tipo normal se puede proponer a mi edad, he sido feliz y he sentido el frío abrazo de la tristeza y la soledad, me han amado y me han rechazado, esto afortunadamente en menor proporción, he bebido de las fuentes del triunfo y del fracaso y creo que he cumplido con la gente mejor que ellos conmigo.
   Llega un momento, en que cuando se me acerca alguien a mi rincón de la barra del Jaque y me habla de soledad, dolor y desamor, ya no me suena de oídas, la edad me ha hecho conocer el amargo sabor de la traición, la mentira y el engaño, he visto morir amores que se prometían la eternidad.
  Quizás este tiempo que vivimos de miedo al posible sufrimiento e incluso a la muerte, nos haga replantearnos muchas cosas como sociedad, aunque me temo que somos muy olvidadizos y los que queden o quedemos al final, harán o haremos, poco o nada por cambiar.
  El estado de alarma se alarga quince días más y luego vendrán otros quince, cuando acabe esto, habremos perdido media primavera que antes marcaba la apertura de la heladería de Los Italianos, me educaron para ser fuerte pero esa asignatura está claro que la tengo aún pendiente...
  Mi querido Toni, el camarero del Jaque, se las sabe todas y las ve venir de lejos, cuando entro al ajedrez el aire se contamina dulcemente de la voz vencida por el alcohol y las noches sin fin del poeta más calavera que ha dado la canción española, suenan las notas de “Quien me ha robado el mes de abril” de Sabina
  Durante la noche la gente normal duerme para vivir el día, nosotros no, a nosotros nos duele el día, nos quema el sol y nos hiere el aire, si no existiera el Jaque y el Four Roses habría que inventarlos o la vida no tendría sentido ni razón de ser.
  Recuerdo un día hace años, y ya estoy levantando demasiado polvo en mi desván, que se acercó Antonia a mi rincón y pidió un “doble DobleW”, un whisky que en la década de los 80 tenía una gran aceptación entre la parroquia, aunque sus esfuerzos por romper la hegemonía del DYC cayeron en vacío, aun así, he de reconocer que era un whisky honesto de aroma limpio y agradable, un híbrido de whiskises nacionales y escoceses, pues bien, Antonia no despistaba la vista del vaso mientras Toni le servía su “doble doble” y no contenta con ello, sacaba de su bolso una petaca con la que iba reponiendo el nivel según iba bebiendo.
  Antonia era entonces una chica delgada sin apenas formas y desgarbada, pero de carácter vivaz, tan despierto y alegre, que en ocasiones rallaba la locura, vestía de la firma “Ds'orden total” y parecía que la peinaba el mismo peluquero que a Camilo Sesto.
  Antonia era hija de un italiano que huyó del impuesto revolucionario que la camorra italiana infringía a los negocios en Caserta su ciudad natal, algo así como ETA en la vascongadas, llegó al Realejo y montó la Ortopedia Antonino, más conocida en el barrio como “La Chistera” porque entrabas con una pierna y salías con las dos.
   Desesperada por la falta de dueño, permítaseme la expresión señoras de morado, decidió darle un vuelco a su vida, pasó a vestirse en Hit Parade de la calle Moras y se cortaba el pelo y daba el tinte en Barrales Peluqueros, lo mas “Chic” de Granada en peluquerias unisex, pero no era suficiente, no había curvas peligrosas en su vida y las medidas tomadas no surtían efecto, su cuerpo era la carretera de La Mancha, una línea recta sin fin por delante y otra por detrás, hasta que un día, entró al almacén de la ortopedia de Antonino, su padre, y descubrió todo un mundo de posibilidades y soluciones...
   Aunque aquello, le iba a suponer el malintencionado apodo por parte de la parroquia de Antonia Dll'Átex, en referencia a su paisana, esa del papel cuché.
   El triunfo no se hizo esperar, aquella madrugada pasaba por allí Renato, un tipo de figura escueta, que tenía la asquerosa habilidad de escupir por una mella, por lo que Toni con buen criterio, le prohibió la entrada al Jaque durante un tiempo hasta que éste, le juró por su madre que había corregido el defecto.
   Renato, en realidad era Paco Reyes, el relojero de la esquina de la calle Damasqueros, era el encargado del mantenimiento del reloj del ayuntamiento, mantenía una dura lucha contra la “Enfermedad de Hércules”, es decir, era epiléptico como él, un día sufrió un severo ataque que según el Dr.Quevedo1, con los diagnósticos que le caracterizan, le produjo un estado convulsivo que le causó la muerte súbita (SUDEP), como quiera que sea la cosa, estando el padre Carmona administrando el óleo santo durante el oficio de la extremaunción, se le oía decir:
   -“Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu...”
   Cuando de pronto Paco pegó un salto en la cama como la niña del exorcista y el padre Carmona salió a la calle despavorido:
   -¡Milagro! ¡Milagro! ¡La unción ha traído la resurrección!, gritaba
  Fue a partir de ese momento cuando el dominico le impuso el sobrenombre de Renato, nombre de origen latino que significa “Nacido de nuevo” o “El Renacido”
   Aquella madrugada Renato, atraído por la belleza y las espectaculares curvas de Antonia, empleó toda su astucia y su arte en ligarla hasta que lo consiguió, tras acabar la segunda copa, le pidieron a Toni que llamase un taxi y se marcharon hechos un ovillo.
   Ella apagó la luz, era más romántico decía, hicieron el amor hasta el amanecer que cayeron rendidos.
   Con los primeros rayos de sol Renato se despertó y vio en el suelo, unas posaderas y un seno de látex por un lado y otro más allá, Antonia tenía más piezas que el reloj del ayuntamiento.
   La miró dormida, escupió por la mella y se dijo:
   -He vivido toda mi vida entre relojes porque no otro más...
   Antonia hizo olvidar sus carencias con una extraordinaria habilidad para hacer el amor, jamás se volvió a colocar ningún “complemento”, desde aquella noche dejó de ser Antonia Dell'Átex.
   Hay veces que Toni, si se lo propone, gasta menos luces que una patera y esa madrugada hizo gala de ello, le dio cuerda al picú del Jaque hasta que vomitó entera la canción de Emilio Aragón “Cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma”
   Moraleja: Ni es oro todo lo que reluce ni chatarra lo que no brilla
1Leer Rita y el Galeno

sábado, 28 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...BLANCANIEVES Y BARRABÁS



  Mis crónicas son parte de mi, exteriorizan mis sentimientos, mis sensaciones, mis reflejos y mis pensamientos, son una terapia que compensa la vida diaria, ayudo a mis personajes y ellos me ayudan a mi, quizás sean fruto de mi necesidad...
   Escribir me ahorra ir al psicólogo, aunque leer a la mañana siguiente lo que he escrito la noche anterior me devuelve a él, es un bucle vicioso.
  Hoy me he retrasado un poco, es la madrugada del domingo, el completo  está asegurado en el Templo del Mauror, tanto más en tiempos de confinamiento que las plazas de aforo como ya sabéis son muy limitadas, Toni se afana en retirar rápido el paño blanco y negro arlequinado con el Rey Blanco central marca de la casa y los vasos que escurren sobre él, es una forma de guardar a salvo mi sitio sagrado en la barra capitoné del Jaque.
   Apenas he saboreado el primer trago de la noche cuando se me acerca Blancanieves, una histórica del Jaque de la que aún no se había terciado hablar, se hace un hueco a empellones y se sienta junto a mi.
   Blanca sale más de noche que el camión de la basura, es una mujer de armas tomar, un personaje que responde ante cualquier situación arriesgada de manera decidida y dispuesta, regenta el estanco del Realejo que heredó de su padre mutilado de guerra en el bando Nacional claro está, mi aprecio por ella viene por algún que otro escarceo amoroso tiempo atrás y de cuando se decomisaba el tabaco Winston americano de contrabando y se vendía a bajo precio en los estancos, era escaso y sucedía en contadas ocasiones y ella nos lo guardaba en exclusiva a Toni y a mi, lo de nieves le viene por su afición a practicar en sus ratos libres el “snorting” con la cocaina, “ya está Blanca hasta el culo de nieve” decían cuando montaba una bronca, pues eso... de Blanca y de sus nieves, Blacanieves.
   Blanca es una mujer de una belleza inusual, de rasgos duros y afilados pero bien encajados en el conjunto de su perfil y acorde con su personalidad y carácter, esa madrugada vestía una chaqueta entallada azul marino y un pantalón Flare Denim Stretch a juego, de la “Puri” (Purificación García que os tengo que aclarar todo) que le otorgaba un tipazo increíble, el pelo muy estirado recogido en un moño bajo que dejaba el rostro libre de dudas al personal, ven si te atreves...
   -Toni ponte un Rob Roy drink bien equilibrado
   Rob Roy es un cóctel similar al Manhattan principalmente compuesto de whisky escocés y vermút y equilibrado significa para Blanca largo de lo primero y corto de lo segundo.
   Un amigo mío decía, que en una mujer las ganas de ligar van en proporción de los botones que lleve desabrochados de la camisa, y aquella noche Blancanieves dejaba ver tres dedos más abajo del sujetador “Balconette” de seda y encaje rojo.
   Pegó un largo trago y dio un giro al taburete cruzando las piernas y colocándose frente a mi me dijo:
   -Solo...
   -Ahora soy poliamorosa que te parece?
   -¿Eso que es? le dije, ¿Una policía que da muchos besitos?
   -Eso es que los tíos ya no valen una peseta, aquellos polvos de antes no volverán eh Solo? Pero se acabaron los coitos interruptus, si el manso de mi marido no acaba bien la faena me voy en busca de otro que la termine y en paz.
   - Con el poliamor tendrás unas experiencias que nunca has imaginado, si, y unos hongos como champiñones. Le dije riendo.
   - Pues tú no vives en el celibato precisamente, atacó
   -Yo tengo un seguro a terceras Blanca
   Se acercó Toni me llenó el segundo Four Roses y nos ofreció un Winston del águila que acepté al momento, un placer de dioses, cuando le acercó el paquete a Blancanieves ella lo rehusó diciendo:
   -No gracias, eso son vicios menores, además, ya bastante tengo con la pipa que me echa más humo que una falla, dijo partiéndose de la risa.
   Toni marcándose una de las suyas le dio revoluciones a la noche pinchando “Poliamor fiesta crack” de Leftover Crackver, “Si te atreves a pensar que puedes amar a más de un amante...”
   Barrabás volvía al ajedrez del Jaque al cabo de unos años, casi los cinco y un día que le clavó el juez Morgan por tráfico de sustancias y alguna estafilla que otra , tardó una hora en entrar al ajedrez del Jaque, daban las dos cuando Toni le abría el portón trasero y las tres cuando llegó a la barra, era el cambio de hora de invierno a verano, que más dará cambiar la hora si todo el mundo está confinado en sus casas, me pregunto...
   Barrabás era en realidad un chorizo del tres al cuarto llamado Eugenio, su vida la compartía entre el bar Romeral de la calle Santiago y la Comisaría de la Plaza de los Campos por su amplio historial delictivo, su sobrenombre le vino hace poco cuando estando en el penal de Alahurín de la Torre cumpliendo condena, Jesús el Rico se fijó en el para indultarlo, y recordando el pasaje del Nuevo Testamento, al llegar al Realejo, el padre Carmona lo bautizó y le clavó el apodo.
   Antes de servirle la copa Toni, en un alarde de los suyos, hizo girar bajo la aguja del picú el Lp “¡Soltad a Barrabás!” de la banda que creó Fernando Arbex tras la disolución de Los Brincos.
   -Solo...
   -Mi santa es Paloma Gomez Borrero, me dijo Blancanieves, todas las noches le rezo una plegaria, pero en cuestión de tíos prefiero uno que salga de la cárcel a otro que salga de la iglesia, un hombre bueno nunca deja huella
   Aquella madrugada Blancanieves hizo pagar al Barrabás del siglo XXI la crucifixión que no cumplió por indulto su homólogo en tiempos de Cristo, Jesús el Rico hizo justicia.

miércoles, 25 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...PSICOSIS



   Rara vez cambio el itinerario desde casa al Jaque, aquella noche tampoco lo hice, cuando desperté estaba tendido en el suelo con un terrible dolor de cabeza, un olor que no acababa de identificar, penetrante dulzón y cítrico, se desprendía de los cuellos de mi camisa y de mi Blazer azul marino de “Alfonso Potinguez”, me sentía más desorientado que un gitano vestido de Guardia Civil, no era capaz de recordar que había pasado minutos o quizás horas antes, me senté apoyado en la pared intentando recobrar el sentido y la calma cuando reconocí el lugar a pesar de la oscuridad, era el Cobertizo de Santo Domingo, un lugar de poco tránsito a esa horas en la vida normal, que decir ahora en tiempos de confinamiento, podía haber muerto seis veces antes de que me hubieran descubierto.
   Cuando llegué al Jaque apenas tenía fuerzas para golpear el aldabón del portón trasero, entrada que se utiliza en tiempos de clandestinidad por el estado de alarma, Toni, al identificarme a través de la pequeña portezuela, se apresuró a abrir colocando mi brazo abrazando su cuello y asido a mi cintura me llevó en volandas hasta mi rincón.
   -Te preparo un café? ¿Que te ha pasado?
   -No gracias querido Toni, no necesito más estimulantes por esta noche, ponte un Four Roses largo con tres peces de hielo...
   Toni es la Santísima Trinidad, un ser único que existe en mi vida como tres personas, mi amigo mi confidente y mi padre, me sirvió el analgésico de las rosas y visiblemente encabronado pinchó en el picú “Till l Collapse” un tema del rapero estadounidense Eminem que dice algo así como...Cuando te sientes débil, te sientes como si quisieras abandonar.
Pero tienes que buscar dentro de ti, tienes que encontrar esa fuerza interior”
   Tres tristes tragos después, fui recuperando mi cuerpo y mi alma, fue cuando hice inventario de mis posesiones y comprobé que tenía mi cartera intacta junto a mi pitillera Tenflyer de piel marrón, el mechero a juego y el celular que diría mi personaje Fidel del que ya os hablaré otro día que tenga los muebles de mi cabeza en orden, solo faltaban mis servilletas escritas que siempre van repartidas anárquicamente por todos mis bolsillos y una pequeña libreta de muelle que siempre me acompaña para sustituir mi mala memoria.
   El móvil del asalto pues, no había sido el robo, la confusión era la reina del lugar, no daba crédito a lo que estaba pasando, quizás era victima de mis propios relatos?
   A quien podía interesarle un puñado de servilletas con notas escritas...
  Con el aturdimiento no había reparado en la gente que hoy poblaba el patio ajedrezado del Jaque, la barra capitoné estaba casi al completo del aforo establecido por Toni el camarero para tiempos de clandestinidad osea diez mas él y yo doce1, podía reconocer a varios de los personajes por ser de los asiduos, Charlie “el Manso” marido de Marga, y su inseparable amigo Mácin “El Minotauro” a su vez marido de la zorrona Alma, ellos solos reunían más cuernos que seis ferias de San Isidro juntas, también andaba por allí Iván “El terrible” rey del gatillazo o Antón el profesor de música con su característico charco de aceite a su pies por decir algunos, mis lectores incondicionales saben a quienes me refiero, al fondo de la barra en la zona de más penumbra un tipo con sombrero y gabardina se tomaba la copa de espaldas a la galería...
   Sonaron los golpes de aldaba y Toni franqueó el portón de entrada al Jaque a María Magdalena, con ella nunca llega la calma la tempestad es eterna.
   María Magdalena, como ya os estaréis haciendo a la idea no era tal, en realidad era María Jesús, Chus para los íntimos, una chica del barrio de la Antequeruela casada con el encargado de seguridad del Corte Inglés del que se descuida un par de veces al mes por salud mental, el adulterio era su talón de Aquiles vivir sin pecado no estaba en su hoja de ruta, un día el Padre Carmona Prior de los Dominicos del Realejo al tanto de sus correrías, la hizo subir al atrio durante la misa del domingo a la que asistían todas las beatas del barrio y para su vergüenza le hizo leer una carta de no se que apóstol en la que se daba buena cuenta de la adúltera y pecadora María Magdalena cuando en casa de Simón el fariseo, ungió los pies de Jesús con sus lágrimas, a partir de ahí salió bautizada con el apodo.
  Toni puso el picú a girar con el álbum del tristemente desaparecido Camilo Sesto (Jesús), con Ángela Carrasco (María Magdalena), en su musical Jesucristo Superstar, magistral, este Toni no tiene desperdicio...
   María era pequeñita pero vivía sobre unos tacones stiletto rojos desde los que divisaba Granada entera con dos ojos verdes que en época de la “caza de brujas” le hubieran supuesto la hoguera, aquella madrugada se acercó a mi rincón pidió una de sus debilidades, un tequila Sierra Silver que posee la nada despreciable cantidad de 75º de alcohol, “la piedra que muerde” le llaman en Mexico, lamió con un latigazo de su sonrosada lengua el hueco entre sus dedos indice y pulgar para adherir la sal que después chupó, de un trago liquidó el tequila y mordió el limón y me dijo:
   -Solo...
   -Dime Chus, le dije rechinando con dentera después de ver el ritual del tequila...
   -Se que te mueres por acostarte conmigo
   -Que te hace pensar eso Chus? Le dije con una sonrisa socarrona
   -Ya sabes...las mujeres tenemos un “sexo sentido” dijo guiñando uno de sus dos diópsidos ojos
  -Hoy me voy pronto estoy muy controlada, pero no creas que he olvidado aquella cuenta pendiente que tenemos desde Sierra Nevada ya te pagaré un día con todo mi amor.
  -Me han pagado algunas veces con mucho, pero nunca con todo el amor, será interesante cobrarte la deuda...le dije a modo de despedida
   Toni el camarero actúa por impulsos, aquella madrugada no acababa de verlo claro, mi percance lo tenía en vilo.
   Por otro lado, un olor extraño en el ambiente en cierto sector de la barra lo tenía desconcertado, hasta que hacía unos minutos desapareció coincidiendo con la marcha del tipo de barbas con gabardina y sombrero que estaba en el extremo de más penumbra de la barra, no paraba de darle vueltas hasta que cayó en que ese mismo olor, penetrante dulzón y cítrico, lo percibió también al ayudarme a llegar a mi rincón en la barra cuando entré mareado al Jaque.
   Por instinto pinchó en el picú un viejo Lp de éxitos cinematográficos, el primer tema que sonó fue “Psycho The Murder” un corto musical que Bernard Herrmann compuso para la escena del baño en la película Psicosis, un breve pero amenazador tema que transmitía al espectador, de alguna manera, que “algo malo iba a suceder”
   A la mañana siguiente un vigilante de seguridad de la Alhambra antiguo compañero del marido de Chus, encontró el pequeño cadáver de María Magdalena que presentaba un corte limpio en la garganta, en las inmediaciones de la Silla del Moro, el Inspector Donovan de la Brigada de Homicidios revisaba el cuerpo en busca de elementos que aclararan el móvil del asesinato, todo estaba limpio solo notó un olor peculiar en su ropa, algo penetrante dulzón y cítrico, eso lo tenía claro era cloroformo.
   El forense encontró dentro de su boca al examinar la dentadura del cadáver un trozo de servilleta de bar con algo ininteligible escrito en ella.
  Tim2 el profesor de la Ugr se duchaba en casa a altas horas de la madrugada, de fondo oía la televisión, un canal de pacotilla daba Psicosis de Alfred Hitchcock sonaron las cuchilladas musicales de Bernard Hermann...


1Leer “Disparo caliente”
2Leer “Asesino en serie”

martes, 24 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE... CHAVELA VARGAS



   Hay días que llego a casa y tardo un rato en conocer quien veo reflejado en el espejo, los párpados me caen sobre los ojos como a un Shar Pei y las ojeras cada vez se alejan más de ellos y aun me queda el último obstáculo conciliar el sueño, el insomnio es desde hace tiempo mi mejor manera de dormir, a ello hay que sumar que en tiempos de confinamiento las viviendas llenas de gente son cajas de percusión, cuando muera seré un cadáver sin duelo, solo quiero que me concedan dos deseos, uno, que se guarde una hora de silencio por parte de mis vecinos “in memoriam” y dos, que Toni me deje las llaves del Jaque debajo del felpudo a la entrada del cementerio.
   No sé a que hora caí vencido, sólo que me ha despertado el batir de palmas de la gente que cada día a las 20.00h homenajean a los sanitarios por su abnegada, valiente y agradecida labor, vayan mis crónicas de estos días por ellos.
   Cuando salgo a la calle el cielo está enrojecido como herido de muerte, la oscuridad no tardará en llegar, las nubes se ciernen sobre la ciudad como un telón de acero, los semáforos bostezan aburridos sin un vehículo que llevarse a la boca, en la calle solo respira el asfalto, al fondo una silueta se mueve con más prisa de la habitual propiciada por el miedo y la incertidumbre y lo peor del virus aún no ha llegado...
   Entro al Jaque y un aroma a sándalo envuelve el ambiente, se respira armonía espiritual, todo está espercojao, ni rastro de la agitada madrugada anterior, los hilos sonoros de “Weightless” manejan el ambiente a primeras horas de la noche, una obra del trío británico Marconi Union que tras un estudio, fue considerada como la canción mas relajante que jamás haya sido compuesta, se desaconseja escucharla mientras se realiza un trabajo que requiera atención o cuando se conduzca, marchando una de Lexatin,
   Mientras, Toni carga el porta de la vieja Cimbali y me prepara a goteo un Black Insomnia, el insomnio negro, quizás el café más fuerte del mundo, ¡¡ahora no es el momento de dormir!!
Empiezo a poner orden en las servilletas donde escribí la crónica de la madrugada anterior cuando el tintineo de unos tacones me revela que alguien se acerca, levanto la mirada y es ella no lo puedo creer...
   -Hola Solo, sorprendido? Sonó la dulce voz de Chavela
   -No me mires como si fuera un fantasma, aún me late el negocio, dijo al tiempo que me besaba la mascarilla y me cogía las manos poniendo una entre sus pechos y la otra entre sus piernas.
   -Dime Solo... ¿En que mano percibes mejor mis latidos?, me preguntó con una mirada entre pícara y burlona.
   Chavela en realidad era Carmelilla la hija de José Vargas un gitano que tenía una carbonería en la entrada de la Cuesta del Realejo, perdió la mujer en el parto de su única hija a la que dedicó su vida, pero su vida era un continuo ir y venir de la carbonería al Sota, el bar abierto más antiguo de Granada, y del Sota a la carbonería, como consecuencia de ello, Carmelita se aficionó a la bebida a corta edad de manera que cuando llegó a la adolescencia ya se había bebido tres cosechas, por lo que le colocaron el apodo de Chavela y el apellido paterno puso el resto, Chavela Vargas...
   Chavela era un torbellino, una gitana de pura cepa con una melena y unos ojos negros como dos azabaches y vivos como los de una cobra, el maquillaje realzaba su belleza y de paso, escondía el mapa de la rioja que se extendía de norte a sur y de este a oeste por sus mejillas.
   Toni pinchó para ella “Torbellino de colores” de la Lola de España, a lo que ella respondió con un “revoleteo” de su falda que dejó ver unas piernas magníficamente torneadas que acababan en una braguita brasileña roja que levantó mas de un músculo en la sala ajedrezada del Jaque.
   Pidió un Vodka Spirytus, una bebida prohibida en medio mundo y no recomendada por la OMS que advertía del peligro de fumar cerca de ella, menos aún si fumas Goya, decía un anexo, justo lo que ella encendió al tiempo que se volvía hacia mi y me dijo:
   -Solo...No creas que tengo la ranura para pasar la tarjeta entre las piernas, por ahí solo entran los escogidos, la bebida me ha hecho más parecida a mi padre pero tengo la honradez de mi madre, aunque... la he tenido que adaptar a los nuevos tiempos, dijo soltando una carcajada.
   -Llevo tiempo haciendo inventario de mis oportunidades perdidas y tú estás entre ellas, dime una cosa Solo:
   -Yo soy gitana y cuando quiero a alguien doy la vida por él, tu serias capaz?
   -La vida Carmelilla, le dije, no la puedo dar de golpe porque es lo único que tengo, si quieres te la puedo dar poco a poco, como se le paga a los semaneros.
   -Jajajaa que hijoputa eres Solo, por eso siempre te he querido, ¿Sabes? Cuando ande más holgada quiero que escribas mis memorias mientras me entregas tus plazos vitales, te pagaré lo que me pidas.
  -No escribo por dinero Carmelilla, no vendo ni una letra, cumpliré tu deseo de manera altruista, será un placer para mi. le dije...
 -Tu no conoces el placer Solo, acepto tu generosidad a cambio te invitaré  a entrar descalzo en mi mundo...
  -Carmela te conozco desde pequeña y somos buenos amigos no creo que sea lo más adecuado...
  -En el Jaque no hay ningún placer que sea pecado Solo, además no hay mejor manera de fomentar la amistad que excitándose mutuamente.
  Toni no perdió la ocasión de opinar sobre el tema y lo hizo como el sabe, haciendo girar el picú pinchando “Earned it” tema que el canadiense The Weeknd compuso para la BSO de 50 sombras de Grey, al oírla Chavela Vargas tuvo un orgasmo de piel, el primero de la noche...

domingo, 22 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...RITA Y EL GALENO



  El Jaque cada noche que empieza pone el marcador a cero, ni guarda memoria como los ricos ni rencor como los pobres, cada madrugada es un mundo diferente a la anterior y Toni el camarero es como una gallina clueca que engüera el nido aunque no haya huevos, siempre al servicio de sus clientes, tanto es así, que hay quien dice que hablar con Toni es como ir al psicoanalista, la única diferencia está en el precio, uno te cobra una copa y el otro las de toda la barra.
  Hoy cuando he entrado al Jaque y me dirigía a mi rincón casi me caigo de espaldas de la sorpresa, me he cruzado en la barra ni más ni menos que con el Dr. Quevedo mi médico de cabecera en el ambulatorio de Góngora, el mismo cabrón que esta tarde me ha dicho en mi cita médica que de no cambiar horarios, usos y costumbres, en poco tiempo la consulta la pasaré bocarriba en la mesa de acero inoxidable de la morgue municipal.
  El Dr. Quevedo era un tipo malencarado, rechonchón y pelón y lo digo sin acritud alguna creerme, no en vano, entre sus colegas se le conoce como el Dr.Cipote porque de su cuerpo orondo emerge una cabeza alargada y calva que en su parte trasera sobre la nuca y las orejas luce una gran cicatriz que la circunda, recuerdo de un viejo accidente de tráfico del que salvó el pellejo de milagro, que le confiere la forma de un pene con la fimosis recién hecha, en el ambulatorio decían con cierta befa que a su homónimo, el escritor del Siglo de Oro, lo conocían por el culo y a el por la polla.
  Por lo demás su cara no tenía rasgos ni para hacerle una caricatura...
Toni con la maldad que siempre le caracteriza durante las primeras horas de la noche, luego conforme entra la madrugada cambia unas veces a mejor y otras a peor, pinchó “Un hombre de verdad” un tema de Alaska y Dinarama, yo quiero algo especial, un hombre de verdad, cantan...
  La madrugada entraba fuerte, Rita volvía al Jaque , todos aplaudieron su entrada y ella cruzó el patio ajedrezado como en los viejos tiempos, con paso cadencioso contoneando las caderas enfundada en un ceñido vestido negro, al estilo del que el diseñador Jean Louis Berthault creó para la Hayworth en Gilda y despojándose sensualmente de sus largos guantes negros satinados.
  Se acercó a mi rincón y pidió un copazo de Whiskey High West Campfire, un Straight Bourbon de Kentucki envejecido varios años en barricas de roble quemado, un privilegio reservado a los dioses como ella, pero ojo que si te tumba tardarás tres días en despertar.
  Rita en realidad era Antonia hija del portero del cine Alhambra de la calle Molinos, de jovenzuela siempre iba canturreando por la calle y era una ferviente admiradora de Rita Hayworth, todas sus películas las veía subida a un cajón desde la ventanilla de la sala de máquinas del cine, donde la vieja “Victoria 5” de la casa italiana Cinemeccanica hacia girar los rollos de celuloide a 24 fotogramas por segundo, de ahí le vino el apodo de Rita que no llegó a ser la Hayworth y por su afición a cantar quedó en “Rita la Cantaora”
  Pero Rita tenía un defecto y es que alternaba el Straight Bourbon con las broncas, aquella noche hizo girar su taburete hasta quedar frente a mi y me dijo:
  -Solo...
  -Los hombres que me gustan nunca son los que me convienen, me acuerdo cuando despertaba en tu camisa, que buenos tiempos...
  -Mi último amante -continuó diciendo- era lo mejor que me ha pasado desde que dejamos de vernos Solo... Pero lo acogió Dios en su seno demasiado pronto, el Dr.Cipote equivocó el diagnóstico y se negó a reconocerlo, cuando quisieron acordar murió retorciéndose de dolor como un perro a pesar de que le hicieron trasplantes hasta de orina, dijo con ojos vidriosos producto de los whiskys y la rabia.
  -Rita...intenté contestarle, pero se besó el índice y el corazón y me los puso sobre mis labios cubiertos por la puta mascarilla quirúrgica para cortar mis palabras y se fue en busca del galeno...
  -Aquella Rita sufrió en sus carnes una tormenta en casa del Dr.Cipote se dejó tragar por la ballena como Jonás en la Biblia pero no esperó a que la ballena la vomitara desde dentro lo mató una bala que no lo conocía de nada.
  Nadie reclamó el docto cuerpo, se mantuvo bocarriba en la mesa de acero inoxidable de la morgue municipal el tiempo reglamentario hasta que fue trasladado a la Facultad de Medicina por decisión propia testamentada, para que hicieran prácticas con él, cuando el profesor hizo la primera disección del cadáver decidió cerrarlo y mandarlo a cremar.
  “Put The Blame On Mame”. Échale la culpa a Mame, fue el grafito escogido por el gran Toni para bajar el cierre aquella madrugada al Jaque, tema de la famosa escena de Rita Hayworth y sus guantes de negro satén, Mame bailó el Hoochy-coo, eso mató a McGrew, asi que pueden culpar a Mame, chicos... decía la letra, o algo parecido...



MADRUGADAS DEL JAQUE... ADIÓS GUILLERMO TELL



   Era un día aciago y plomizo que amenazaba lluvia, se daban todos los ingredientes para que la resaca de la madrugada anterior fuese como si tuviera dentro de mi cabeza la planta entera de producción de acero de los Altos Hornos de Vizcaya.
   Puse en marcha el plan “A” de choque, que consiste en un par de Alka-Seltzer y una sopa de maimones que me enseño a hacer mi madre en tiempos de soltería rebelde, el plan dio su fruto y se empezó a mover la pesada maquinaria, prometo solemnemente que esta madrugada será espartana en la medida de lo posible.
   Es noche bien entrada cuando me dirijo al Jaque, la gigante noria del Humilladero vigila como un espantapájaros de metal muerto, sus cabinas bailan en un desigual vaivén mecidas por el viento, rompe a llover y vuelve el frío a la ciudad fantasma.
 Los ánimos andan arrastrándose por el suelo como orugas de procesionaria, las calles empedradas del Realejo brillan húmedas por el abrazo cansino de las viejas luminarias cuando subo el barrio del Mauror y llego al pub Jaque a eso de las once de la noche, el aldabón de su portón trasero gotea lágrimas como las mejillas de un cornudo que llora en soledad o la de una mujer despechada, dos toques seguidos – espacio – un toque – espacio – dos toques seguidos y la portezuela se abre asomando la jeta de mi buen amigo Toni el camarero que da el visto bueno y me franquea la entrada del Jaque clandestino.
  Una pareja se funde en un abrazo, saltándose las normas, amparados por la penumbra en uno de los reservados, para ellos sonaba “Sexual Healing” de Marvin Gaye, el “Principe de la discográfica Motown” una canción tonta para empezar, quien sabe, si una conversación o una noche sin fin...
  -Toni, ponte un Four Roses con tres peces de hielo para mi y un chupito de whisky Dyc solo, sin nada, para mi tío Guillermo que está al llegar, hace tiempo que no nos vemos.
  -A mi tío, le gustan los tragos cortos pero muy seguidos, no permitas, le rogué, que el vaso se le quede nunca vacío.
  Toni asintió con un guiño a la vez que colocaba el posavasos con Rey Blanco sobre campo arlequinado blanco y negro marca de la casa y encima el vaso tipo “Shot” escanciando un generoso chorro de Dragados y Construcciones.
  Mi tío Guillermo es un gran tipo que ha sabido llevar con la mayor dignidad posible el grillete con la cadena que arrastraba la cabeza de una mujer que lo anulaba como persona y como padre, la soportó siempre aunque necesitó de la inestimable ayuda de otras que le alegraron la vida y la pajarita.
   Mi tío era un perro viejo y socarrón con cara de San Bernardo y cuerpo y rabo, que no cola, de Pitbull terrier, me llamo Tell, Guillermo Tell, donde pongo el ojo pongo la flecha y donde pongo la flecha pongo la pajarita, hay quien relaciona los ojos claros con la infidelidad, el los tenía azules como su madre mi abuela Antonia, la bruja de mi tía ya desaparecida, la última vez que la vi me dijo:
  -No es nadie el de los ojos azules ahí donde lo ves que parece no haber roto nunca un plato ni matado una mosca...
  Toni el camarero con su habitual sentido de la oportunidad pinchó en el picú el grafito de Amy Winehouse “I heard love is blind” un tema que habla de la infidelidad aunque en este caso la infiel es ella, las notas de su deliciosa voz volaban en la cargada atmósfera del pub Jaque como Aves del Paraíso.
  Mi tío era más agarrao que una centuria de ladillas, más que un negro dominicano bailando “Bachata”, tenía los bolsillos sin forro para cumplir el deseo de mi tía cuando le pedía dinero y ella le contestaba que se agarrara los cojones, lo poco que manejaba era para comer donde llegaba con el autobús de línea que conducía, ahí no perdonaba, decía mi padre, que era capaz de comerse un caballo al galope con las herraduras puestas.
  El día que dejó de trabajar fue como cuando la bella mariposa Parnassius apollo cae en una escorrentía de Sierra Nevada y se moja las alas, ya no pudo volar más, se acabó el trabajo y su vida con él se fue apagando poco a poco.
  Eran ya altas horas de la madrugada cuando Toni el camarero me sacó de mi letargo, perdí de nuevo la cuenta de los Four Roses que había bebido, apenas había puesto en orden las servilletas escritas de la madrugada anterior y las de ésta quedaron en blanco algunas empapadas en alcohol, el vaso “Shot” con Whisky Dyc de mi tío Guillermo estaba intacto nadie lo había tocado en toda la noche y nadie lo tocaría, mi tío no acudió a la cita.
  Toni retiró el vaso al tiempo que me daba una palmada en el hombro, él sabía que mi tío había dejado de existir ese mismo día a primeras horas de la mañana, murió en la más absoluta soledad en la cárcel de oro que su mujer le confinó, presa del Coronavirus asesino, ojalá que a falta de familiares haya muerto rodeado de inconsciencia, descansa en paz viejo socarrón.
  Aquella madrugada las últimas notas que soltó al aire el picú del Jaque, mientras Toni el camarero hacía caja, fueron las del “Requiem” de Mozart en honor y gloria de uno de los dos mejores con “Sangre Padilla”

jueves, 19 de marzo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...PRIMAVERA CRUEL

   El Jaque se sustenta en tres pilares básicos e insustituibles, el amor, la amistad y la diversión, pero no deja de ser un local de copas de noche y es como un junco impregnado de liria donde los pájaros noctámbulos acuden y se quedan presos de patas en él, es un pequeño paraíso de la juerga, de madrugadas golfas, de flirteos, de roces, de rincones a media luz donde las palabras mueren asfixiadas por un beso y donde cogerle el culo a alguien es una victoria que no se gana en un día... o puede que si.
  Desde mi rincón en la barra capitoné del Jaque estudio los personajes entre los que predominan más las mujeres, es mucho más fácil hablar con una mujer a corazón abierto que con un hombre, es más porosa, y menos maleable siempre se mantendrá intacta tal como es, aunque también hay hombres que merecen la pena, algunos...de muerte.
  La llegada del equinoccio, la primavera, es cuestión de horas y si todo va bien le daremos la bienvenida a eso de las 4,50h de la madrugada, es viernes hay ganas y el aforo limitado, por circunstancias sanitarias, del Jaque está al completo, el tablero esta listo empieza la partida.
 Suena “P'aquí P'allá”, vivo más de noche que de día, sueño más despierto que dormido, bebo más de lo que debería...la banda cántabra La Fuga pone la música y la letra.
  Cuando levanté la vista del maremágnum de servilletas escritas para dar un sorbo a mi segundo Four Roses de la noche, me tropecé con el aliento de Fina Coral, no había reparado en ella a pesar de llevar unos segundos envuelto en las notas de haba tonka y cacao de su perfume preferido, “Good Girl” de Carolina Herrera, que tantas noches me había perfumado las sábanas de la 108 del Hotel Albero.
  Fina Coral era en realidad Manuela hija única de Coral, una alcahueta latina de la calle Jazmín que en sus ratos libres era la más “fina carterista” que hubo en la ciudad, de la que heredó su habilidad incluso superándola con creces, de ahí su apodo... eres más fina que el coral.
 -Hola Solo... viejo zorro, trataba de leer tus notas por encima del hombro pero tienes letra de médico- me dijo
  -Solo hasta el tercer Four Roses nena, luego el pulso se estabiliza y mi letra es más legible y caligráfica- le contesté.
  -¿Sabes una cosa? Continuó diciendo...
  -Me arrepentí al poco de haber roto lo nuestro por aquél relamido empresario, debo elegir mejor Solo... tenía mucha pasta pero de polla andaba fatal, me contaron que en la mili le hicieron la fimosis con un sacapuntas, te eché tanto de menos Solo... yo necesito una polla con patas.
  El golpe de risa de Fina hizo volar gran parte de las servilletas escritas dentro de la barra, Toni las recogió sumándose a la carcajada y le preguntó:
  -Y porqué lo dejaste Fina?
  -Mi querido Toni... el desierto es muy largo para un solo camello
  Volvió a carcajearse con su contagiosa risa, su humor era una de sus grandes virtudes junto al culo, sus magníficas piernas y sus pequeñas pero perfectas tetas que miraban al cielo, hacía reír a la gente, algo muy difícil de conseguir en estos tiempos en que lo fácil es hacer sufrir y llorar.
-Siempre me ha llamado la atención, continuo diciendo Toni, que nunca te casaras con lo guapa y lo simpática que eres.
-Nunca me he casado no, es cierto, pero he tenido muchas lunas de miel.
Seguimos riendo un buen rato hasta que dijo de marcharse, quise invitarla a su copa pero no solo no me dejó pagar sino que invitó a Toni y pagó las dos copas mías dejando la vuelta de bote.
-Toni... dijo Fina a modo de despedida, antes, queríamos casarnos con médicos y con jueces, ahora queremos ser médicos y jueces, no queremos casarnos.
  Cuando fue Toni a abrirle el portón trasero, Fina se acercó a él y le dio un  arrumaco ya que los besos están prohibidos y se perdió en la noche.
  Como el que no quiere la cosa la madrugada estaba tocando a su fin, brindamos por la entrada de la primavera, una primavera que llega de la mano de la crueldad y la muerte, el miedo y el desasosiego se han hecho dueños de la ciudad.
  Nunca has tenido miedo a nada Solo...me siento apesadumbrado y falto de ánimo, me repetía una y otra vez un eco en mi interior, una y otra vez hasta que una voz me sacó de la vorágine interna
  -Nunca has tenido miedo a nada Solo... te veo apesadumbrado y falto de ánimo, que te pasa? Sonó la voz ,ahora si real, de Toni el camarero
  -¿Le temes a la muerte? Me preguntó
  -No le tengo miedo a la muerte solo espero no estar allí cuando me venga a buscar.
  -Solo... Ir perdiendo el gusto por las cosas de la vida es ir preparándose para la muerte y tú y yo yo no estamos en esa partida de ajedrez.
  -Las ciudades, continuó diciendo, están llenas de muertos sin que venga el Coronavirus, son gente sin esperanza que desde que nacen empiezan a morir.
  Lección magistral de la universidad de la calle donde estudió mi gran amigo Toni, grande entre los grandes.
  Ya a puerta cerrada le dije:
  -Tómate la penúltima que hoy corre de mi cuenta.
  Se desprendió del chaleco negro de solapas de raso y se quitó la pajarita fucsia, se desabrochó tres botones de la camisa blanca y al sentarse notó un bulto en el bolsillo trasero, se palpó, metió la mano y sacó mi fina cartera...Fina como el Coral que hija de puta jajajaja reimos hasta casi morir.
  Aquella noche Bob Dilan fue el escogido por Toni para cerrar el portón trasero de un Jaque clandestino que no deja de acertar cada madrugada.
  El tema era “Pretty Boy Floyd” parte de un álbum que habla de un tipo que en la gran depresión estadounidense se dedicó a robar bancos

MADRUGADAS DEL JAQUE...LA FE DE SOR TERESA



   No podría vivir sin respirar el aire del Jaque, el día que no pueda venir me haré monje Cartujano, leeré muchos libros de terapia espiritual, aprenderé a controlar mi mente y dejaré que la meditación acabe con el resto de mis días, esto no es un pub de copas es parte de mi vida.
   En el Jaque dos mas dos son cuatro cuando deben serlo y dos mas dos no son cuatro cuando no deben serlo, tiene su propia notación algebraica, su propio lenguaje del ajedrez y nada sustituye la satisfacción que sientes después del movimiento que te hace ganar la partida.
   No lo he comentado nunca, yo vivo en una zona fronteriza, nos divide el río Geníl entre el Barrio Fígares – Río Tenerías y mi casa en el Violón – Zaidin, lo que antes era extramuros los arrabales de la ciudad, desde ahí al Jaque hay un paseo delicioso que discurre por el Humilladero que vivió su mayor apogeo cuando estaban allí las cabeceras de varias líneas de tranvía, La Carrera de la Virgen, San Matías y la Manigua, barrio famoso por sus mancebías, casas de mujeres malas a medio camino del Realejo y el Mauror a pies de la colina roja de la Alhambra.
   Pues bien...en todo ese trayecto hoy me he cruzado con cuatro personas que hemos huido cada uno por una calle como apestados antes de rozarnos no vaya a ser que el bicho que nos acecha, salte como saltan las pulgas de un perro a otro, sabe Dios en que quedará esto...
   Cuando doy los toques en clave requerida con la aldaba del portón trasero del Jaque clandestino, me abre mi buen amigo Toni el camarero y se llenan mis oídos de buena música, Bruce Frederick Joseph Springsteen alias The Boss, el jefe y su tema “Streets of Philadelphia” por la noche podía oír la sangre de mis venas por las calles de Filadelfia... así era ahora mi Granada fantasma.
   Hoy me cogió la vez Sor, cuando atravesé el patio ajedrezado ella ya ocupaba un sitio junto a mi rincón en la solitaria barra, sin duda me estaba esperando.
   Sor en realidad, era Teresa la hija de Jesús el sastre de la Plaza de los Campos, una bellísima mujer que se entregó a Dios con apenas veinte años y los segundos veinticinco se los tiró en el Monasterio de Santa Isabel la Real en la orden de clausura de las Clarisas, dedicada a la búsqueda y contemplación del rostro del Señor, hasta que aburrida sin encontrarlo, decidió entregar los hábitos, de ahí su apodo de Sor que algunos completaban con Teresa por su nombre y “de Jesús” por su padre, con cierta sorna.
   Sor era una mujer que rozaba ya la cincuentena pero tenía un poder de atracción brutal, acostumbrada desde novicia a tantos años con el pelo corto bajo la toca blanca y el velo negro, mantenía una melena “Pixie” que le daba cierto aire masculino.
   Aquella noche vestía un vaquero con camiseta blanca y abrigo beige a media rodilla, estilo “casual” sin rigidez alguna, zapatos de medio tacón a juego con el abrigo y bolso “Tote”, al verme llegar se desprendió del abrigo al tiempo que pidió a Toni un vodka Devil's Spring manchado con una pizca de naranja natural, un “Destornillador” pero sin puño, si este era el inicio no quiero imaginarme el final, encendió un Lark con filtro de carbón activado y me dijo:
   -Solo...
   -¿Tu crees en Dios?
  Era la última pregunta que esperaba de una mujer al filo de la medianoche y en un pub de copas, no sabía por donde salir y le respondí a la gallega:
   -Y tú? ¿Tu crees en él?
  -La fe se hereda, yo soy cristiana, pero hace tiempo que dejé de ser católica, aunque nunca diré de este agua no beberé, este cura no es mi padre ni esta polla no me cabe, ya lo dice el refrán.

  -Después de tanta clausura Solo...Necesito un hombre que no sea perfecto, que me haga sexo sucio, que sin mediar palabra me empotre contra la pared, me rompa las bragas y que sea lo que Dios Todopoderoso quiera que sea.
   A medida que transcurría la conversación, Toni se dejó la piel buscando entre los estantes de discos olvidados en la noche de los tiempos, hasta que encontró lo que buscaba y lo pinchó sin ningún reparo...
   Sonaban los acordes de “Sexo brutal” de la banda latina “Santa y Sagrada” “ y me salió mas cabrona que bonita, desnudándose solita me paró hasta el corazón, le di amor por todos lados posición tras posición” decía la letra y juro que no lo invento, menudo hijoputa este Toni, casi me trago un pez de hielo y me ahogo del golpe de tos, Santa y Sagrada y Sexo brutal...que arte Dios mío.
   Poco a poco el aforo limitado a doce, por la clandestinidad, se fue llenando y Sor después de tres destornilladores se fue creciendo y puso el punto de mira más alto, cosa que le agradecí, no quiero confrontaciones con lo celestial, bastantes tengo con lo terrenal.
   Jonhatan era un “meapilas” un “capillita” sin desvirgar de la Hermandad Sacramental del Cristo de San Agustínnnn-tonnnn la cofradía del timbre, que acoge entre sus filas el mayor número de gays de la Granada cofrade y de la otra, eso si, cristianos todos y encerraditos en su armario isabelino de caoba labrada a mano.
   Aquella madrugada Dios los creó ellos se juntaron y el verbo se hizo carne, al salir Sor Teresa de Jesús me hizo un guiño y me dijo:
   -Solo...
   -Si el demonio tentó a Jesucristo que está por encima de mí, porque no me voy a dejar tentar yo, además desde cuando el demonio pide permiso para tentar primero...
   “Like a Prayer” la canción de Madonna que incomodó a la iglesia cerró aquella madrugada del Jaque con la bendición del gran Toni el camarero.