jueves, 27 de febrero de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE... EL PODER DE LA MENTE

   Aquella noche cuando llegué al Jaque mi querida Marga ocupaba el rincón opuesto al que siempre ha ocupado a mi lado, a amante nuevo rincón diferente, hubiese preferido que cambiase de pubs pero parece ser que a Oscar “El musculitos del Comic”, su flamante amor de Facebook, le fascina el Jaque, cosa que por otro lado entiendo perfectamente.
   Hay noches que no empiezan bien, pero me niego a que una madrugada sea un fracaso, para eso siempre está el día.
   Puedo dar la impresión de estar enfadado y estoy en mi derecho de estarlo, cuando Marga me contó que se separaba me dijo:
   -Solo...
   -No creo en los hombres, no creo en el amor, no creo en las palabras, no quiero a nadie en mi vida que quiera aprovecharse de mi, para estar conmigo hay que ser muy hombre y tener las ideas muy claras como las tengo yo.
   -Los hombres como los racimos de las uvas, colgados del rabo, acabó diciendo.
   Pero los algoritmos de Facebook, el nuevo Cupido en la era de las redes sociales, le trajeron a Oscar, un amigo decía, sin derecho a cacho “de momento”, un momento para Marga es tomarse una copa, Marga lleva en el ADN la dependencia de un amante, si no hubiese sido este sería el taxista, el casero, el del concesionario, el cornudo triste y calvo, el profesor de su hijo o algún compañero de trabajo, vete a saber.
   Joaquín Sabina con “Una canción para la Magdalena” giraba en el picú del Jaque, la buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama dice...
   Miren por donde entraba por los batientes Evi, a eso se le llama tener un golpe de suerte, Evi y Marga frente a frente, el pasado y el presente...
   Iba preciosa con un mono de pantalón palazzo negro y cinturón Louis Vuitton Dauphine dorado a juego con un bolso shoulder bag y unos zapatos Peep toes con un taconazo de vértigo, glamour en la madrugada del Jaque.
   Evi y Marga podrían ser la misma persona a las dos les gusta destacar, las dos quieren más a sus gatos que a sus maridos e incluso que a sus amantes, a las dos las conocí a través de las redes sociales y por las dos he perdido la cabeza.
   Se acercó a mi besándome en la boca con los labios entreabiertos y después me susurró al oído:
   -Hoy tienes aquí a tus dos zorras
   Pidió a Toni una copa de Stroh 80 un ron de alta graduación que se utiliza habitualmente en el encendido de algunos vinos calientes como el Feuerzangenbowle (parecido a una queimada).
Marga miraba por el rabo del ojo, albergaba más ira en su cuerpo que un gallo de pelea, le dijo a su musculitos que saldara cuentas y antes de irse, se fue al baño, cuando volvió le dejó a Toni el camarero con disimulo una nota escrita con carmín para mi que decía:
   “Muérete Solo, no me busques en tu entierro, aunque eso no quiere decir que no lo aplauda.
   Toni iba a servirle otra copa a Evi pero le dije:
   -No bebas más de eso nena te necesito viva esta noche, la cambió por un café.
   Acabamos la madrugada en el Hotel Albero, me dieron la habitación 108 la misma que estuve con Marga, Evi llevaba un conjunto de ropa interior negro Women'secret de braga tipo culotte y sujetador sin tirantes Magical push up identico al que le quité a Marga aquella noche cuando hicimos el amor por primera vez y el mono pantalón palazzo negro que yacía en el suelo mezclado con el cinturón dorado, recordé que era hermano a uno que estrenó Marga el día de la boda de una amiga suya en la Basílica de la Virgen de las Angustias.
   Marga Evi, Evi Marga...Creo que he bebido demasiado Four Roses esta madrugada, estoy perdiendo la cabeza, pensé de regreso a casa con los primeros rayos de sol...

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