jueves, 6 de febrero de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE... EL SUICIDIO

   El Jaque es una chistera inagotable de personajes, pero ninguno de ellos marca un antes y un después, nadie marca los tiempos en el Jaque pero si hay que reconocer que unos dejan huella y otros ni rastro.
   Pasaban pocos minutos de las diez de la noche cuando entré en el Jaque, el aire era respirable, estaba limpio, el Jaque es atemporal, una vez que cruzas el umbral sea el momento que sea, ya es madrugada, no tiene ventanas ni relojes, solo la carga de la atmósfera interior te dice si es tarde o temprano.
   Toni, el camarero, había pinchado “Entre mis recuerdos” de Luz Casal...
   No me atraen las voces nasales, me agobian un poco, pero Luz es otra cosa...
Recuerdos...
   Hace años una chica apareció de madrugada por el Jaque, siempre andaba sumergida en una suerte de aislamiento voluntario, hablaba menos que una película de Charles Chaplin pero siempre me observaba, a cada momento que levantaba la mirada de mis notas, la suya me buscaba a gritos, una madrugada decidió romper el hielo, le pidió a Toni su tercer Chinchón seco y le susurró que lo sirviera a mi lado.
-¿Molesto? Preguntó Mela sentándose junto a mí.
   A modo de invitación le ofrecí un pitillo que rápido rechazó sacando uno de los suyos, fumaba Lola, el complemento ideal del Chinchón, ya solo le faltaba utilizar linimento Sloan's de perfume...
   Mela rozaba los cincuenta años, tenía los ojos rojos como una loba siberiana producto de su falta de pigmentación, era albina, tenía una belleza inusual, rozando lo exótico, su cara blanca y redonda me recordaba la de una geisha del barrio de Gion en Kioto.
Resultó ser una hija bastarda a la que la vida y el amor había tratado como un saco de boxeo, lo más divertido que le había pasado desde hace años fue perder las ganas de vivir, su única obsesión era el suicidio, decía, que la muerte iba a ser el acto más relevante de su vida...
   Los acordes de “Suicide solution” de Ozzy Osbourne acuchillaban el ambiente del Jaque
...Marga es una mujer, a ver...
   Como la describiría que le haga justicia... es extrovertida, es franca al manifestar sus sentimientos, es alegre siempre con la sonrisa a punto en sus labios y ojos, es pícara, muy guapa e insultantemente joven y sobre todo goza de un magnetismo entre el sexo opuesto del que ella es plenamente consciente que la hace imposible pasar desapercibida allá donde se encuentre, aunque no es oro todo lo que reluce, no admite errores ante los demás, gasta genio del año que se lo pidan y le canta las cuarenta al Lucero del alba.
Sufre alteraciones de ánimo, un carácter mercurial diría yo.
   Hoy no vendrá por el Jaque, hemos quedado a mediodía después de trabajar y la he dejado hace unos minutos, el Hotel Príncipe Felipe ha puesto las cosas en su sitio, todo lo que necesitábamos que pasara ha pasado esta tarde..
Antonio Banderas y su “Beatiful María of my soul, The Mambo Kings me mantuvo absorto durante unos minutos hasta que Mela me rescató al preguntarme:
-Solo...
-¿Que piensas del suicidio? Quiero morir, ya solo la noche y las copas me alegran el día.       Dime como hacerlo
-A mis cincuenta años Solo, continuó diciendo, la única relación que he tenido con un hombre fue un orgasmo post-mortem tras un accidente de tráfico del que a última hora desgraciadamente salvé el pellejo.
   Mela hablaba tan cerca, que su aliento me empañaba los ojos.
-Comprendo el suicidio cuando la vida es verdaderamente inútil, le dije, pero yo no te puedo enseñar a morir, la muerte debe ser improvisada.
-Por otro lado Mela, el suicido no es la única forma de ponerle fin al dolor, además si te ayudo a hacerlo te habré fallado como amigo.
   A Mela ya le faltaba hígado para reciclar tanto Chinchón, cada día al abandonar el Jaque poco antes del cierre, Toni pinchaba en su honor “La despedida” de Fito Paez y la ayudaba a salir a la puerta, la mezcla de alcohol y el suelo ajedrezado del Jaque le producía vértigo...
   Cuentan que una madrugada, arrastrando su resacoso cuerpo por las ensortijadas y solitarias calles del Mauror, la asaltó una “manada” de hijos de puta, que atraídos por su albinismo y su indefensión alcohólica, la violaron repetidas veces y después le sesgaron el gaznate.
   En su rostro no se apreciaba el “Pallor mortis” nació con él de serie... pero una mueca de sonrisa dibujaba su cara...
   Aquella madrugada “Angeles caidos” del icono del rock platense de Buenos Aires Skay Beilinson sonaba cuando Toni bajaba el cierre del Jaque.

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