Hace
muy pocos días, la noticia está aún calentita, unos agentes de la
“betemérita” han localizado, gracias a la perversa y despiadada
colaboración ciudadana, un bar de tres al cuarto sin identidad
alguna, que cumplía la labor esencial, autorizada en tiempos de
alarma por el Gobierno de España, con los vecinos del barrio del
Valle de San Roque en Valsequillo, una pobre localidad de Gran
Canaria donde unos pocos guanches sin más delito que tener la boca
seca, pasaban las noches de alarma en la mas fraternal y absoluta
calma, vamos, que entre compadres andaban la noches.
Algo
parecido a lo que hace Toni con el Jaque, una labor esencial y
humanitaria, que además, une culturas y religiones bajo un mismo
artesonado, los judíos del Mauror y los cristianos del Realejo–San
Matías que el Señor proteja.
-Me
das fuego Solo?- Dijo Marta acercándose hasta mi rincón al tiempo
que pedía a Toni el camarero un Love Philter, una marranada de
cóctel cuyo protagonista principal es el Parfait d'Amour de Marie
Brizard mezclado con vodka polaco State Sobieski y alguna porquería
más que te produce una resaca espesa que te hunde en la miseria una
semana.
-Siempre
te veo escribiendo, tanto supone para ti la escritura?,
Preguntó a modo de enganche tras dar el primer trago
-Para
mi, querida Marta, la escritura es una esclavitud que me permite ser
mi propio dueño-
Contesté procurando no mirarla directamente a los ojos, porque hasta
las servilletas en las que tomaba notas, se me hacían agua.
Marta,
en realidad se llama Manuela, os explico...
Es
una mujer, como diría yo...poderosa, con un tremendo magnetismo
entre los hombres del que ella es plenamente consciente, un prodigio
de la naturaleza, solo tiene dos problemas; uno y principal su
marido, el segundo, su corazón.
El
marido, es un camionero del barrio que como todos los camioneros, se
deja la piel en el asfalto y la mujer días y días abandonada en la
cama, para al final no poder llegar jamás a pagar todas las letras
del ataúd con ruedas con el que algún día le enterrarán sin
honores, su querido Peterbilt 579, su camión.
Toni,
dios de la oportunidad, le dio caña al picú del Jaque con el mejor
Loquillo y la mejor Alaska de todos los tiempos, sonaba...”Yo
para ser feliz quiero un camión”
Su
corazón, por otro lado, es demasiado lento necesita de impulsos
externos para sobrevivir y ella no escatimaba esfuerzos para
conseguirlos, no conozco mayor impulso externo, decía, que darle al
cuerpo muchas noches de amor desesperadas, como cantaba Jesús de la
Rosa, el de Triana que Dios tenga en su coro celestial.
Luchó
contra viento y marea llevándose a la cama a gran parte del Realejo
e incluso llegando a tocar puntos sensibles del barrio adyacente de
Gomérez y La Churra, pero su corazón seguía bajo mínimos y hubo
de someterse al implante de un marcapasos, de ahí lo de Marta, por
aquello de...
Esta
vez era la mítica banda madrileña de Hombres G, con Rafa Gutiérrez
y David Summers al frente, quien alborotaba y metía ritmo en la
madrugada del Jaque con “Marta
tiene un marcapasos”
Que
espectáculo de madrugadas me regala el Templo del Mauror, del Jaque
al infinito y más allá, que diría Buzz Lightyear.
Marta
era además una parlanchina inagotable, para ella, los minutos de
silencio duraban 15 segundos, dicen que ya hablaba en el útero
materno, cuando nació, preguntó su padre a la matrona ¿Que ha sido
niño o niña? la matrona le contestó: ha tenido usted un
transistor...
Pidió
a Toni el tercer “Lovephilnosequé” de la noche, le dio un trago
que dejó la copa tipo “Margarita” tiritando y me dijo:
-Solo...
-Tu
le tienes miedo al amor?
-
Yo ya estoy viejo para amar Marta, le
dije.
-Tu
eres un dios amando y los dioses no envejecen Solo, contesta
mi pregunta.
-Ya
lo único que me asusta es decepcionar al que me lea,
del
amor, solo me ha dado miedo a veces, el no ser correspondido, pero
eso se nota enseguida y me he sabido retirar a tiempo como un señor.
-Tantos
amores que han pasado por este cuerpo para al final ser despechada
por un camión.
-No
desesperes Marta, los amores pasados son, en la película de la vida,
solo ensayos generales para el último que es el gran estreno.
-Muy
mal tendría que venir la madrugada para que no rodemos hoy una
escena de esa película que dices, ya sabes que soy vegetariana y
tengo que sacar proteínas de algún lado, dijo
con una pícara sonrisa...
-Que
serías capaz de hacer por una putita como yo Solo? ¿Tengo arreglo?
-De
sobra sabes Marta, que nada puedo hacer por arreglarlo, por agravarlo
si me apuras sí...
Nunca
os he comentado, por pudor, que Toni me cobra el Four Roses a precio
de costo y la siempre penúltima copa de la madrugada, al cierre, va
de su cuenta, dice que afueraparte de ser incondicional le doy caché
al Jaque, que el Jaque y yo somos complementarios, algo así dice con
su prosa peculiar, como la cama al colchón o los calcetines a los
juanetes, que el Jaque no sería nada sin el rincón de la barra
capitoné con su viejo y sabio cronista, yo no se si es lo ideal para
un lugar de copas tener un cronista, lo que si se, es que tener un
viejo es fundamental según van los tiempos en que están cayendo
como moscas.
Este
viejo os desea buen día y se va a darle cuerda a un marcapasos para
que no gaste batería, un servicio esencial en tiempos de alarma, ya
sabéis...
El
picú del Jaque daba por cerrada la madrugada con un temazo del Pop
Latino con mayúsculas de los setenta, cantado por los tres
sevillanos que componían el grupo de Los Payos, sonaba “Señor
Doctor”, señor doctor mireme usted, mi corazón no marcha bien...
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