martes, 21 de abril de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...FRANCO Y LA PASIONARIA



   La semana viene de nalgas, ayer Verónica Porqué y hoy Francisco Franco y veremos, porque la noche acaba de empezar y el Jaque estira lo que no hay en los escritos...
   Francisco Caballeiro Fariñas era un gallego nieto de un miembro fundador de la Delegación Nacional de Excombatientes en El Ferrol del Caudillo -donde por cierto tuve el dudoso honor de servir a la Patria- hijo a su vez de un conocido falangista de la Plaza de los Campos que no menciono por decoro pero que tiene un negocio de fotografía, ahí lo dejo, un eterno pasante de notaría, un tipo agrio, ridículo, bajito medio calvo, con voz de pito y algo amanerado que lucía un bigotillo estrecho y recto como una ceja desplumada entre la nariz y la boca, Carmela su mujer, era conocida en el barrio como «Carmen la malfollá» por la cara de asco que siempre lucía y porque parece ser que a Paco los asuntos de alcoba le daban repelús, se comentaba en los mentideros que cuando Carmen le decía a su marido:
   -Paco, vamos a joder...
   Él se levantaba y escribía varios decretos en los que repartía «café» a sus enemigos del barrio -que no eran pocos- y después los firmaba convencido de que sus sentencias se llevarían a cabo, un trastornado para el que Birkenau, Dachau, Mathaussen, Auschwitz o Trblinka formaban parte de una red de Paradores Nacionales.
   Francisco, como gran temeroso de Dios, era de comunión diaria, cada vez que entraba por las puertas de Santo Domingo echaba un vistazo y tiraba del pañuelo del bolsillo de la americana, se tapaba la nariz y la boca, se metía en la sacristía y le decía al Padre Carmona que andaba liao con los hábitos:
   -Padre, para serle franco, aquí huele a rojo que apesta.
  -Si quiere que le sea franco -continuaba diciendo- debería usted de seleccionar a sus feligreses y señalar un día de oficio exclusivo para la morralla comunista.
  -Hermano Francisco, la iglesia es asilo de profanos y descarriados- decía el Padre Carmona al tiempo que se colocaba la estola y se recolocaba el paquete pensando... No tuvimos bastante con un Francisco Franco...
  Toni conociéndolo como lo conocía, podría servirle su bebida habitual sin preguntar, un «Esencia» una mezcla de orujos Picudo y Verdejo con Triple Seco y tónica, al que Francisco gustaba llamar «Pazo de Meirás», pero Toni seguía el protocolo con sorna y le preguntaba:
  Que va a ser D. Francisco? -A lo que él siempre contestaba con una de estas tres frases:
  -Pues para serte franco Toni, hoy me apetece un Pazo de Meirás
  O decía...
  -Si quieres que te sea franco Toni, hoy se me antoja un Pazo de Meirás.
  O bien …
  -Te seré franco Toni hoy me pide el cuerpo un Pazo de Meirás
  Al tercer o cuarto «Pazo» Toni lo complacía y pinchaba en el Picú a Marujita Díaz con la copla «Soldadito español» Marujita era una folclórica habitual en la «Playlist» del caudillo, un paradigma de la canción patriótica, Francisco al oírla, jubiloso levantaba la palma de la mano derecha al artesonado y reía -como Franco- que parecía que le habían pinchao un huevo con un compás.
  El Pub de los sueños está en servicios mínimos, el severo control policial con la chequera en mano y el mal tiempo reinante, hacen que Toni y un servidor tengamos que tirar de esta penitencia, que Dios nos impone, solos como la yunta de bueyes del Simpecado y encima, cuando ya tenemos un par de chispazos puestos, nos tenemos que abrazar con las mascarillas y las manos en los bolsillos, en fin, el año que nos sacó de la peste nos sacará de este.
  Ya os decía que la cosa era susceptible de empeorar, aparecía por el zaguán trasero después de cruzar el portón del Jaque, la gran Dolores...
  Dolores es una puta, ya se que suena muy brusco, lo podría decir de una manera más suave, pero entonces no estaríamos hablando de esta Dolores.
    Ella está orgullosa de su profesión, aquella madrugada fumando un pitillo «Lola» y tomando un «Black russian» un cóctel de vodka negro con café y no se que más, sus dos vicios confesables decía, charlando distendidamente, me dijo:
  -Solo...
  -No se debe considerar a una puta una víctima, eso nos deja sin voz, la prostitución es como cualquier otro trabajo solo que tiene algunas connotaciones y unas características especiales -decía, a lo que yo le contesté:
  -Para ti Dolores cual es el secreto para ser una buena puta.
  -El mismo que para todas las profesiones Solo, hacer las cosas con PASIÓN con mayúsculas, yo Solo, cuando follo soy la puta que más pasión pone, mucha más que mis clientes, ya sabes porqué me llaman Dolores «la Pasionaria» estos cabrones.
  Francisco visiblemente afectado tras tanto Pazo de Meirás, destilaba mala hostia, odio y rencor a borbotones y entre dientes dijo:
  -Malas putas, milicianas republicanas ninfómanas, con vuestras enfermedades venéreas infectáis el país, la ley no puede reglamentar un vicio.
  -¿Sabes una cosa Solo? -dijo Dolores manteniéndose de espaldas a Francisco.
  -En este oficio se sabe todo, en casa de Madame Anastassia, al otro lado de la ciudad, sus chicas me cuentan que va un tipejo vestido de militar condecorado y con un fajín de la talla de Marifé de Triana, un tipo agrio, ridículo, bajito medio calvo, con voz de pito y algo amanerado que luce un bigotillo estrecho y recto como una ceja desplumada entre la nariz y la boca.
  -Cuando entra al reservado -siguió contando con voz metálica- sólo exige que lo aten con cinchos de cuero -como un relleno de carne- y lo paseen tirando de un collar con bozal y la gorra de plato de General de los Ejércitos como única vestimenta, mientras él le cuenta los traumas de su infancia, le fustigan con un látigo de siete colas las posaderas y los huevos hasta que lo ponen como el niño que come moras y entonces se mea de placer...
  El picú del Jaque hacía varios minutos que giraba ya acabado en un surco sin fin con el «disco redondo sorpresa de Fundador» de Marujita Díaz, entre el silencio sepulcral se podía cortar ambiente.
  Toni, en un alarde sin precedentes en la historia del Jaque, puso la rebotica patas arriba en 15 segundos hasta encontrar el mayor canto revolucionario que jamás se ha conocido; Sonaban los acordes de «La Internacional Socialista» el himno principal del comunismo, letra de Eugéne Pottier musicalizada por Pierre Degeyter allá por 1871, anteayer vamos...
  Francisco dio un salto doble mortal del taburete del que le colgaban los pies, que ni la canaria Pinito del Oro en sus mejores tiempos, de su boca, solo salio una voz de pito de carnaval para decir:
  -¿Que te debo?
  Sin recoger la vuelta se puso la gabardina se subió los cuellos hasta las orejas rojas por la ira y se marchó mascullando entre dientes; malditos rojos arderéis en los infiernos.
   Siempre me quedará la duda de si asesinando a este personaje hubiese cambiado los últimos 50 años de la historia de España...

















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