domingo, 19 de abril de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE...VERÓNICA PORQUÉ



   Estos últimos años he llevado una vida bastante agitada y disipada aunque me tengo por un hombre tranquilo que planto la meta en el primer sitio que me canso sin otra mira que a mi fracaso constante -de vez en cuando-, le salpique algún éxito pasajero producido por algún descuido de la mano de Dios.
  Las cosas de las que me siento y confieso culpable, me han dado más satisfacciones que aquellas de las que me siento orgulloso, mi ilusión desde adolescente -eso lo sabe mi familia directa- fue vivir a deshoras y en esa franja horaria es cuando más y mejor he vivido, tirando el tiempo, el poco dinero que manejaba y combatiendo el sueño de esa madrugada con el de la siguiente.
   Estoy seguro que si no muero en el Jaque, moriré en el camino de subida o en el de bajada, no soy un tipo con mucha suerte, para mi el hecho de cambiar una derrota por otra, no supone más allá de quitarme mi viejo pantalón de «tiro bajo» de Massimo Dutti -que a uno ya no le gusta ir marcando paquete-, para ponerme el otro que me queda, un «Athleisure» sin forros en los bolsillos, nunca me ha tocado nada en un sorteo, cuando compro lotería en Navidad, me pago el lujo de tener un rato de esperanza, como cuando me siento largas horas mirando el teléfono con la ilusión de que que algún día me llame Sharon Stone y me invite a un pase de cruce de piernas.
   La pasión y la intriga de «Basic Instinct soundtrack» se abre paso entre la cortina de humo de la sala del Jaque, Jerry Goldsmith, un judío haciendo las delicias del barrio judío de Granada, ahí es ná.
   Aquella madrugada la capacidad de asombro de Toni quedó hecha trizas cuando al sonar los toques en morse de la aldaba del portón trasero, abrió la portezuela y atónito comprobó, que al otro lado de la madera estaba Verónica, no os explico como quedé yo al verla, porque es indescriptible.
   Conocí a Verónica un día hace lustros en casa de mi buen amigo Ernest, que se empeña año tras año en mantener aquellos guateques de los 70 con la eterna ilusión de volver a restregar la cebolleta, era una chica extrovertida, de una hermosura discreta, tenía el rostro plano como un periódico sin noticias ni dobleces, entablamos relación cuando ella me dijo ser actriz de teatro y Ernest me presentó como escritor.
   -Porqué no me escribes el guión para una gran obra-me dijo
   Le prometí intentarlo pero al final el único guión que llegué a escribirle, fue sobre las hojas de su tersa piel una noche en la 108 del Hotel Albero la víspera de su boda, cuando hacíamos el amor, gemía a la par que se arrepentía, aquel polvo, me dio el mismo placer que pasar la lengua por un sello de correos, fue como tener un orgasmo y llorar al mismo tiempo.
   -Porqué te vas tan pronto Solo? -me preguntó desconcertada
   -Porqué me dejas así? -insistía
   Al año de casada, le dijo a su marido que lo sentía pero que habían cambiado sus planes, el guión de su vida ya estaba escrito, ella se acostaba con muchos por dinero y con todos por placer y no estaba dispuesta a cambiar de vida.
   Ya cuando nació, la matrona salió del paritorio y le dijo a su padre:
   -Vamos a tener que practicarle la cesárea a su mujer.
   -¿Viene de nalgas?-preguntó angustiado el padre.
   -No -contestó la matrona- su hija viene de piernas abiertas.
   Al reconocerme, sus ojos marrones brillaron como dos caramelos de cristal de Murano, tenía la piel ceñida al hueso parecía enferma, se acercó a mi rincón pidió un whisky muy frío, le daba igual la marca pero muy frío, decía que así enfriaba el infierno que la consumía, me pidió un pitillo y me dijo:
   -¿Porqué Solo?...
   -¿Porqué nunca me escribiste un guión?
   -¿Porqué no me has llamado desde aquella noche en el Hotel Albero?
   Porqué, porqué, porqué, Verónica no había perdido con los años la maldita costumbre de la muletilla de empezar cada frase con un porqué, algo que me sacaba de mis casillas, el padre Carmona le daba la absolución sin oír el «porqué» de cada pecado, cuando la veía entrar por la capilla le temblaba el roquete de puntillas -vaya por Dios ya está aquí Verónica Porqué- haciendo referencia con su humor ácido habitual a la Forqué, la reina de los Goya, así fue como la malograda actriz Verónica Esteban pasó a llamarse Verónica Porqué «In saecula saeculorum»
   Toni no perdona la oportunidad que se le presenta , tiró de repertorio y pinchó el tema de Chayanne «No se porqué» Porqué se me ocurrió quererte, porqué tuve que conocerte, porqué el amor es incurable, porqué el dolor es indomable, es imposible olvidarte, no se porqué, porqué, porqué
   A Cornelio le había saltado un diente de un piñón de la distribución y el motor no le iba redondo -osea para el que no entienda de mecánica, que se le fue la pinza-, de su pasado solo recordaba vagamente su profesión, fue acomodador durante toda la vida del Cine Aliatar y su única obsesión y razón de vivir era acompañar a todo el que entraba donde él estuviese hasta el lugar que quisieran ocupar.
   Cada vez que Toni le abría el portón, él servicial, le acompañaba con su linterna encendida hasta la entrada a la rebotica del Jaque y ya se dirigía a la barra donde pedía una palomita de Anís del Mono y dejaba que se le perdiese la mirada entre los hilos de humo de su Penisular, no molestaba a nadie, solo se movía si alguna dama iba al lavabo en la planta baja, a la que naturalmente acompañaba linterna en ristre y hasta que no salía no se movía de la puerta del retrete. A cuentas de su fervor por el Anís del Mono a Cornelio afortunadamente le pusieron de mote Anisetto cosa que agradeció de por vida.                  
   D.Severo Tino, fue profesor en el colegio de la División Azul en la calle Molinos, en realidad se llamaba Anselmo Cifuentes pero era tal la malauva que gastaba y el atino que tenía con el borrador de la pizarra, que le pusieron ese apodo, tenía malafollá del año que le pidieran, la mujer descansó de él el día que un fallo multiorgánico acabo con su vida, era muy creyente y se pirraba por la ginebra, cuando el Dr. Cipote (ver Rita y el Galeno) le dijo que el alcohol era su gran enemigo ella le contestó que la Biblia decía: «Ama a tu enemigo»
   Cuando D.Severo Tino le preguntó al galeno en que consistía aquello del fallo multiorgánico, éste le dijo:
   -El corazón de su mujer no se entendía bien con el hígado y el páncreas, un fallo de comunicación entre órganos que resultó letal.
   Anisetto y D.Severo eran los únicos personajes que adornaban la barra del Jaque, con este panorama desolador, Verónica apenas sacaba la nariz de su whisky para respirar, cuando se despidió me pidió un pitillo para el camino y me dijo:
   -¿Porque no te vienes conmigo?
   -Sería como querer apagar la tos del primer cigarrillo del día encendiendo el segundo, dejalo estar- le dije
   -Porqué me temía yo esta mañana cuando me levanté y me escupió a la cara el espejo, que este no iba a ser un buen día, porqué...
   Estuve a punto de contestarle como el Rey emérito al orangután de Chaves:
   -Verónica Porqué no te callas.

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