domingo, 17 de mayo de 2020

MADRUGADAS DEL JAQUE... FIN DE LA CLANDESTINIDAD





   Cuando todo esto acabe haré una cometa con las páginas necrológicas de Ideal y Granada Hoy y la echaré a volar con un hilo fuerte que ni el mas rebelde viento póstumo devuelva al suelo, perturbaré con el aleteo de su vuelo la paz de los cipreses y nidos de vencejos en los aleros de mármol de los nichos del cementerio de San José, que la vean las victimas arrugadas del virus desde sus tumbonas ancladas a la oscuridad y sus movimientos refresquen el aliento a leña quemada en sus gargantas que se entregaron al ahogo final sin un respirador que llevarse a la boca porque ya no tenían edad de merecerlo, había que elegir entre una muerte incierta y una segura porque ésta ya estaba amortizada y no valía la pena y porque no había medios materiales por falta de una previsión maldita y anunciada.
   Puede que sea la última noche de clandestinidad del Jaque, Toni anda un poco fatigado, han sido un par de meses de riesgo continuo y de muchas emociones, antes de empezar la noche sirvió dos tragos de Four Roses a capela, solo nos separaba la barra capitoné del Jaque y el tic-tac de su reloj y me dijo al encontrarse un vaso contra el otro en el brindis:
  -Solo...
  -Sigue escribiendo, un día perderé la memoria y con tus servilletas podré reconstruir mi pasado al sorber los mocos antes del estornudo final....
   -Hay veces -continuó diciendo- que del amor por una mujer solo quedan unas cuantas manchas en la sábana, quizás un poco de escozor y nada en la conciencia que no lo arreglen un par de Four Roses, entonces, mi moral consiente que vuelva a hacer con ella lo que mi físico me permita, por eso Solo, valoro más tu amistad que el amor con cualquier mujer, para mi perder tu amistad sería como separar una herida de su dolor o mis zapatos del pespunte de mis pasos, pero si tienes que prometerme una cosa:
  -Dime Toni sabes que me tienes en tus manos
  -Solo...
  -Déjate de discursos y epitafios ni pollas al sol cuando me muera que te conozco, me vale con lo que escriba el forense en la sutura de mi autopsia -me dijo-, solo debes preocuparte de espolvorear mis cenizas en cada esquina de las calles del Realejo y el Mauror como si fuese azufre para que no se meen los perros...
  -Sabes Solo? -continuó diciendo-
  -Prefiero morir entre remordimientos que entre recuerdos, los primeros me los dieron los mejores momentos de mi vida los segundos los olvidé hace tiempo, son como una mujer que solo ha tenido relaciones sexuales rozándose hasta deshilachar el pernil de sus bragas o el salido del armario en aquellos tiempos de los supositorios de glicerina para el estreñimiento y poder seguir por la labor.
  -He tenido poca suerte en la vida Solo, la primera vez fue al conocerte hace 50 años y la segunda aquel día que tocó el gordo de Navidad en Granada y yo llevaba el número en la matrícula de mi Renault 10, bueno, y otra que me acusaron de violación y las pruebas médicas aclararon que la rubia platino se había quedado preñada de su Satisfayer.
  Más tarde vino la última de mis amantes -pero Solo-, hay amantes que son un placer parecido a que te sirvan el desayuno en la cama pero luego tienen el inconveniente que se queda el colchón lleno de migas y te pinchan y te impiden dormir, aunque le guardo menos rencor que un sicario a su víctima, a partir de entonces decidí que era mayor el daño continuar con ella que acostarme con una mujer venérea a la que se le humedezcan los ojos y las ingles, en su sonrisa se vea el color de su ropa interior y que un polvo con ella sea como una gran noche de póker y al acabar antes de irse te diga,
 -Toni lo único que superaría haberte tenido en mi cuerpo sería un vestido nupcial.
 -Para mi has sido como cuando le das el primer bocado a una manzana y la boca se te hace un aguacero de verano y no puedes dejar de comerla, -le dije por quedar como un caballero-.
 -Porque para mi un polvo ya es algo tan imparable como efímero, hay polvos Solo, que son como el accidente de un coche fúnebre y lo mejor que te puede pasar es que seas el único que salga ileso, pero el que tiene más posibilidades de salir ileso es el muerto que va dentro del ataúd, todo es culpa de que ya no soy el que era, aquel muchacho impetuoso que se sacaba los calzoncillos de un tirón por la cabeza y cabalgaba sobre una preciosa chica rubia de ojos verdes y un soplete de soldadura autógena entre las piernas hasta vomitar las amígdalas por la uretra.
  Al corazón de los tipos como nosotros Solo, que su día empieza nada más anochecer, les suele fallar el hígado más temprano que tarde por no saber controlar ni el cuerpo ni las emociones, cuando vives de espaldas a la conciencia hay veces que detrás de un beso viene una tufarada de mal aliento o debajo de un ombligo de miel te encuentras con unas ingles lavadas con el zumo que quedó de una fuente de boquerones con lima y cilandro después de siete días, son gajes del oficio Solo, por eso, cuando el amor entre amantes muere lo mejor es gastarse el dinero de la esquela en copas en el Jaque y buscarse otra, lo prefiero a vivir toda la vida junto a alguien compartiendo gotero y vaso con la pastilla efervescente de Farline para las dos dentaduras postizas, no necesito nadie que me cierre los ojos cuando muera Solo, a la muerte no hay que echarle una mano en su trabajo.
  -Pero ese no es tu caso Solo, se perfectamente que tu última amante se acordará de ti cada vez que intente olvidar el rostro de alguien con quien hubiese valido la pena vivir o equivocarse eternamente, no malgastes el tiempo que te quede, búscate una mujer que haga arte de tus resacas, que su talento le venga de la placenta y sea independiente de su lencería fina y su ropa ceñida, que esté a tu altura y a veces de su boca salga un beso con un ramalazo de Lagavulin a madera ahumada irlandesa.
  -Ya hasta cerrar los ojos me desvela y cuando me preguntan como estoy contesto -de cubito prono- ya tengo que lavarme la cara al llegar a casa de madrugada con penicilina, la última sopa que me llevé a la boca se quedó tan fría que los fideos murieron y cicatrizaron buscando la orilla del plato, pero me resisto a perder el hábito de las madrugadas del Jaque.
  -Toni déjame que escoja yo hoy la primera canción quieres?

  Suena «Everybody Hurts» El grupo estadounidense R.E.M. define en este tema la sensación de frustración y pena que a los hombres les resulta difícil soportar y a su vez les da una idea de como resolver la situación, “Cuando estés seguro de haber tenido suficiente en la vida, resiste y no te dejes llevar”

  Se abría la noche de par en par esperando la última madrugada clandestina del Jaque, el Pub de los Sueños, el glorioso Templo del Mauror donde la gente respira entre hebras de humo plateado los excesos propios y ajenos de la vida disipada, desordenada y lujuriosa, los excesos gustan estando fuera de control sino se convierten en alardes y el alarde y la fanfarronería caminan juntos y eso queda para el día, la madrugada es otra cosa.
Toni ha hecho posible que no se corten los sueños, es un tipo duro pero sentimental al que la vida le ha enseñado a gritar con la boca cerrada, siempre ha preferido defenderse de un puñetazo abrazándose al tipo que le pegaba como un púgil arrinconado en las cuerdas, no por miedo sino porque para él el riesgo de entrar a una pelea es querer ganarla a costa de lo que sea y siempre ha creído que, como en el amor fracasado, la mejor victoria es una retirada a tiempo, siempre ha mantenido que un hombre solo debe jugarse la vida en el momento que tema perderla.
  Han sido dos meses duros por una situación jamás vivida que espero no se vuelva a repetir y Toni la ha sufrido en primera línea como un enfermero, no se ha refugiado en el exilio en un tiempo que se ha podido comprobar que los cementerios estaban más animados y atendidos que las terrazas de lo bares y que lo único que no paraban eran los nuevos gigantes quijotescos movidos por la energía cinética de masas de aire contaminado de cenizas con nombre que dejaban plasmadas su cara al contacto con las aspas.
  El Jaque no ha sido más que un pie de lavandas frescas en medio de un voraz incendio, un reducto donde he podido ejercer mi libertad al amparo de las luminarias de muchas madrugadas rodeado de personajes que de una forma u otra ya son parte de mi vida, en cada uno de ellos había algo mío pues todos son hijos putativos de un tipo que apoyado en la barra de un pub les dio vida o se la quitó con letra de médico emborronada en whisky y envuelta de insomnio intentando reflexionar con sensatez a altas horas de la madrugada lo que sería cualquier cosa menos sensato.
  Todos llegamos a mayores cuando muere nuestro pediatra o cuando vas a sacarte una muela y el que maneja los alicates es el hijo del que te empastó una por primera vez, así es hora de recoger mis servilletas manchadas de placer y desordenadas como bungavillas que cuelgan de las tapias del Mauror con su fresca sombra fucsia escritas entre desequilibrios emocionales y sopladas por alguna rubia con aliento a absenta mientras hacía virguerías en mi negocio.
  Dejaré la edición príncipe de mis relatos en manos de aquél que algún día las lea antes de morir con el hígado destrozado por el antibiótico de las copas o le haga la autopsia a mi querida chaqueta blazer azul marino.



  Con la suave doblez del saxo de Charlie Rouse -que siempre suena como un viento a favor-, hago un repaso a mis chicas de las que solo me queda ya el borrador de sus perfumes, Marga, Alma y Paz, Mela, Lola, Louise, Estela, Monica, Frida, Lena, Alba, Evi, Elsa, Rita, Chavela, Lonela, Marta, Melina, Verónica, Rebeca, Rosi, La Seca, Chus, Dori, Serena, Clara, Billie, Cleo, Lora, Sara, La Malecón, Antonia, Karma, Cayetana del Alba, Isa la Catolica, Lorena, Greta, Silvie, Nany y Ulla, Mamen, Celia, Dolores la Pasionaria, Lidia, Berta, Malena, Audrey, Fina Coral, Diana de Gales, María Magdalena, Blanca Nieves, Mirta, Peggi...a todas las he tenido entre mis brazos esa media hora de eternidad con la que sueña cualquier hombre, como si mi corazón estrenase zapatos nuevos con cada una de ellas, sus labios me dieron una buena excusa para dejarme llevar y aunque alguna fue tan fría que no se derretían los helados en su boca, con todas fui feliz porque no dejé que me conocieran.







Granada 17 de Mayo de 2020 fin del confinamiento


-Carpe diem-